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Veranos antiguos

Los niños pasábamos una media de doce horas diarias en la playa, expuestos al sol sin protección

Sábado, 15 de julio 2023, 07:32

Mucha literatura insiste en la condición paradisiaca de los veranos de la infancia: tiempo de una libertad cercana al adanismo, días sin colegio, trasnoches en los cines de verano, etcétera. Sí. Cómo no. Pero ya lo avisó Cesare Pavese: el considerar poética la infancia no ... pasa de ser una fantasía de la edad adulta. Con el propósito de analizar el nivel de fantasía que aplico a mis recuerdos de los veranos infantiles, me he puesto a recordar que, según otro escritor italiano, Giuseppe Ungaretti, es signo de vejez. Y he recordado que los niños de entonces pasábamos una media de doce horas diarias en la playa, expuestos al sol sin protección alguna, salvo tal vez, y muy de vez en cuando, una gorra que evitaba que la cabeza sobrepasase el grado de cocción, aunque no creo que haya nacido todavía el niño al que le guste llevar una gorra. Cuando nuestras quemaduras alcanzaban el segundo grado, el remedio de entonces oscilaba entre las frotaciones de aceite de oliva y la crema Nivea, lo que no evitaba que durante la noche la sábana te pareciese la parrilla de una barbacoa y te sintieses como un filete a la plancha. Es decir, a efectos dermatológicos, el recuerdo del paraíso de la infancia no puede empezar peor.

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