festival de invierno

Otro de los factores decisivos ha sido la labor realizada por su director, Luis Herreros. Periodista de formación, provenía del territorio escénico. Formó parte en los años ochenta del grupo Máscara. Enseguida asumió la responsabilidad de realizar una programación que conjugase la música y el teatro, las obras clásicas con las nuevas tendencias, piezas populares con los nuevos lenguajes teatrales, la comedia alternando con la tragedia.

Con los años supo fidelizar en nuestra ciudad a un público ávido que se veía obligado a desplazarse a Santander para ver teatro y oír música. Las largas colas nocturnas al calor del chocolate reconfortante regalado por el Ayuntamiento para entretener la espera de las deseadas entradas, los abonos que volaban en poco tiempo, son testimonio de la aceptación de una programación que interesaba también a espectadores que llegaban desde Santander.

El aforo completo ha sido frecuente a lo largo de las distintas ediciones. Luis Herreros, con ese semblante serio, discreto ante los medios, riguroso y crítico, acercó a Torrelavega compañías rompedoras. Imposible resumir treinta años de historia que, por cierto, merecerían una edición comentada.

Pero cómo olvidar la presencia de La Fura dels Baus, La Cubana, grandes grupos musicales, humoristas de todo signo, actores míticos pisando el escenario del Concha Espina. Herreros se jubila coincidiendo con esta edición. Quede mi reconocimiento por su ejemplar labor.