Festividad de Santiago

La festividad de Santiago está más arraigada en Santander de lo que se piensa. Así lo prueba la hemeroteca local. Sin ir más lejos, en ... la edición del sábado 15 de abril de 1865, 'La Abeja Montañesa' pregona que «el día 25 de julio, día de Santiago apóstol, es un día muy especial en Santander». Y anuncia el fletamento de un vapor que irá a San Sebastián «a ponerse a disposición de los guipuzcoanos que quieran honrarnos con su visita y permanecer entre nosotros el tiempo que gusten, en la inteligencia de que el mismo vapor les volverá a conducir a San Sebastián el día que ellos determinen». Así confraternizan los pueblos. Santander tiende la mano a Donostia para que los vecinos vascos hallen aquí abiertos los Casinos, Ateneos, Salones de baile y hogares, y todo con vistas «a que se fundan en uno los corazones de dos pueblos tan nobles y tan hidalgos». Años después, en 'El Cantábrico' (25-07-1890), Pedro Sánchez dedica a un anónimo amigo su Gacetilla con el Programa del día. Alborozado, le anuncia que, si no llueve, irá a buscarle a la fonda así que oiga en el Cristo la misa de las nueve y media. Y con regusto proclama: «Hoy es la festividad de Santiago, patrón de España. Hoy, comienzan nuestras ferias». Por lo cual, promete llevarle a pasear por la calle de San Francisco (la Sierpes del Norte), a las dos Alamedas, a las ferias... Y a las tres y media a la plaza, si consiguen entradas, que escasea el papal para las corridas. Con mayúsculo asombro, el escribidor acota: «Santander, que tiene en pie un circo taurino se apresta a inaugurar otro»: «¡Y luego dirán que aquí no hay sangre torera!». Como fin de fiesta proyecta llevarle al Sardinero, siempre y cuando el amigo pague la cena. Porque él acostumbra a ir de gorra.