De fiesta en fiesta

Sin ir más lejos, el miércoles pasado vi a muchos de ellos desembarcar de un pesquero repleto de gente. Allí estaban, encomendándose ese día a la Virgen del Puerto para lo que se les viene encima. Y entre ellos, uno destacaba por encima de todos, y no precisamente por su altura. «¡Revilla, Revilla!»; «¡Pero qué majo es!»; «¡Ya verás como viene!»... Efectivamente, no se equivocaban las dos señoras que tenía al lado. Ahí estaba él, acercándose a la primera fila del vallado a estrechar la mano a todos: niños, padres, abuelos... «¡Hay que hacerse una foto con él!». Sin problema. Ya está acostumbrado. Cuarenta y ocho horas antes de su visita a Santoña había dicho que desvelará «en los primeros quince días de octubre» si se presenta a la reelección. Allí, quienes le acompañaban en la villa marinera no tenían dudas de que sí lo hará.

Pero seguro que hay una persona que ya lo sabe, porque a esos amigos que son como «hermanos» se les confiesa todo en esta vida. Así que no va a quedar otra que hablar con Barbón para que nos avance algo. Y, visto lo visto, no hará falta ir a Asturias. De la mano de Revilla, el presidente del Principado acabará aprendiéndose el calendario festivo cántabro -la última cita el pasado domingo en Los Machucos- y poco a poco los trucos de su inseparable amigo para manejar la calle como nadie.