Un pacto en vigor
Foro Educación Cantabria
Lunes, 14 de agosto 2023, 07:08
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Foro Educación Cantabria
Lunes, 14 de agosto 2023, 07:08
Ante una legislatura que comienza es indispensable que los responsables de la educación, los grupos parlamentarios y la sociedad de nuestra región recuerden que Cantabria cuenta con un pacto educativo, el 'Acuerdo por la Educación en Cantabria', de absoluta vigencia para nuestra educación. Conviene recordar ... que, al comienzo de la legislatura de 2015, el entonces consejero de Educación, ante el deterioro del clima escolar existente y el deseo social de un pacto por la educación, pidió al Consejo Escolar de Cantabria que trabajaran e hicieran lo posible e imposible para conseguirlo.
En mayo de 2017, el Consejo pudo culminar con éxito un largo proceso de reflexión, análisis, debate y consenso sobre múltiples aspectos; y presentó a la sociedad de Cantabria un documento plenamente consensuado por todos los sectores de la comunidad educativa, que fue respaldado inmediatamente, también de manera unánime, por todos los grupos políticos que componían en aquel momento el Parlamento de Cantabria, incluido el que ahora tiene responsabilidades de gobierno.
El 'Acuerdo por la Educación en Cantabria', pues, representa el triunfo de la cultura del pacto en la sociedad y en la política, algo casi inédito en nuestro país en materia educativa. Con este acuerdo básico se aporta solidez y estabilidad al sistema educativo de nuestra región, de manera que este pueda avanzar hacia las cotas más altas posibles de calidad, equidad, inclusión y éxito educativo. Por ello, constituye una hoja de ruta también para el nuevo tiempo político que se abre. El Foro Educación Cantabria quiere resaltar de manera muy condensada algunos aspectos.
La estructura del documento fija la idea de educación compartida, los objetivos y una serie de ámbitos y líneas de actuación con propuestas con diferente grado de concreción, así como una comisión de seguimiento que debiera tener un papel muy relevante para evitar actuaciones fuera de su marco. Queremos destacar algunas de esas líneas fundamentales.
La primera de ellas es la inclusión educativa, un principio que posteriormente ha adquirido un gran impulso en la Lomloe, la actual ley educativa. Hablar de inclusión en educación supone aceptar que todas las personas tienen el derecho de alcanzar su máximo desarrollo educativo y que, por tanto, se deben remover todas las barreras u obstáculos que impiden que todo el alumnado llegue al máximo de sus posibilidades. Este marco inclusivo, estrechamente vinculado al concepto de equidad, tiene como objetivo atender a la diversidad de necesidades de todo el alumnado y cuenta con el 'Diseño Universal para el Aprendizaje' como herramienta fundamental.
Otra de esas líneas es la que se refiere al centro educativo. Es en él donde se desarrollan el currículo y los procesos de enseñanza-aprendizaje. Las sucesivas leyes educativas aprobadas por partidos de distinto signo político apuestan por un sistema competencial que pone el acento en el saber, en el saber hacer y en el saber ser. De poco sirven los aprendizajes si no se es capaz de emplearlos y de aplicarlos en situaciones diversas y reales. Ello implica una renovación metodológica importante; es necesario investigar y aprender de otra forma, trabajar proyectos comunes, revisar la cultura de la evaluación con la colaboración entre el profesorado y hasta con la implicación de las familias, algo que la Lomloe también señala. Es en este contexto donde adquiere todo su sentido el carácter formativo de la evaluación, que es la base para una adecuada evaluación de competencias y que requiere una diversidad de estrategias e instrumentos que trascienden a los tradicionales exámenes.
Por otro lado, el centro es el primer núcleo educativo que ha de abrirse al entorno y que necesita y precisa de la colaboración con otros agentes, especialmente de los ayuntamientos. Cada centro, con la ayuda necesaria de la administración educativa, debe ofrecer alternativas a las familias y gestionar el tiempo escolar y extraescolar, asegurar unos servicios básicos que incluyan los tiempos asistenciales, pero también los educativos complementarios para el alumnado que lo precise. Finalmente, el centro educativo representa además un espacio de convivencia y de vivencia de valores ecológicos y democráticos compartidos, de respeto mutuo, de acogida, de equilibrio psicológico; de formación social y cívica.
Queremos hacer referencia, igualmente, al apartado dedicado a la educación temprana, que resalta la importancia y valor del tramo 0-6 años para el éxito educativo futuro de todo el alumnado. Y no queremos olvidar en este sucinto repaso la especial atención que el Acuerdo destaca para las 'Zonas y Centros de Actuación Educativa Preferente', entre las que se encuentra la escuela rural, aunque no solo.
Estos son algunos de los aspectos más relevantes del documento consensuado en 2017, que se acompaña de hasta 120 propuestas de actuación. El 'Acuerdo por la Educación en Cantabria' debe ser tenido muy en cuenta por las autoridades educativas para que tomen decisiones valientes que potencien su desarrollo en todos los centros educativos.
Esa es la legitimidad que proporciona un documento cuyas líneas maestras no solo mantienen plena vigencia, sino que suponen una gran contribución para el futuro de la educación en nuestra región. Por cierto, en ninguna de estas líneas se apuesta por la privatización del sistema ni por el aumento de los conciertos educativos anunciados.
Juan A. Sánchez, Roberto González, Jesús Barriuso, Manuel Ceballos, Marta Domingo, Ángel Llano, Fernando Pérez, Ramón Ruiz, Conchi Sánchez y Yolanda Valle.
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