Fracaso de Radar Covid

En este contexto, uno pensaría que la aplicación Radar Covid está siendo una herramienta fundamental en la lucha contra la pandemia, gracias a la rapidez y eficacia con la que puede efectuar el rastreo de contactos de los casos positivos notificados. Sin embargo, no está siendo así: según la última actualización de Radar Covid, con datos registrados hasta el 3 de enero de 2021, la aplicación móvil ha sido descargada por 6.414.121 personas en España, lo que representaría en torno a un 13% de la población total del país. Ya a finales de diciembre, el presidente del Gobierno reconocía que los 5,5 millones de descargas que por entonces tenía no eran suficientes para obtener un rendimiento adecuado de la aplicación, son datos que chocan con las previsiones iniciales marcadas por el Gobierno.

En cuanto a los positivos declarados a través de Radar Covid, hay que decir que hasta el 3 de enero, fecha de la última actualización, únicamente han sido declarados 28.808 casos positivos, lo que representa únicamente el 3,42% de los casos oficiales confirmados desde la fecha de puesta en marcha de la aplicación.

No cabe duda de que la utilidad de esta herramienta, diseñada y dirigida por la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, no se está explotando como se esperaba. Se trataba de un esfuerzo de integración a nivel europeo, ya que está conectada con aplicaciones similares de otros ocho países del entorno: Alemania, Croacia, Dinamarca, Italia, Países Bajos, Irlanda, Letonia y Polonia. Recordar que está pensada para avisar de forma anónima de los posibles contactos que el usuario ha podido tener en los últimos 14 días con una persona positiva por covid-19; para ello que emplea solamente la tecnología Bluetooth, no es necesario que la aplicación acceda al sistema GPS para posicionar el terminal, ni aportar ningún dato personal. Para que la aplicación notifique a un contacto de un caso positivo, la persona contagiada debe confirmarlo con las autoridades sanitarias de su comunidad autónoma, que le darán un código para introducir en la app. A partir de ese momento, la herramienta informará a los usuarios que han estado cerca de esa persona en los últimos días. Para introducir el código a la aplicación tiene que confirmarse el positivo, y aquí empiezan los problemas, ya que, en estos momentos, los servicios de Atención Primaria y de Urgencias se ven desbordados por multitud de pacientes con posibles síntomas del nuevo coronavirus, y es probable que si el usuario no pide su código, los profesionales no se lo den.

Otra de las pegas de la herramienta es la necesidad de continuas actualizaciones a través de las plataformas de descarga por diferentes problemas técnicos, lo que podría incrementar el hastío de la población a la hora de estar al día con la última versión de la app. En el mismo sentido, es compatible para las últimas versiones de sistemas operativos, quedando excluidos otros menos actualizados.

A estas alturas, parece necesario un cambio de estrategia para lograr una difusión efectiva de Radar Covid, de manera que ayude a controlar los contagios. Hemos visto en otros países, el ejemplo principal es Corea del Sur, cómo se puede doblegar la curva de contagios efectuando un buen rastreo de los contactos. Es cierto que el fracaso de esta aplicación no se restringe a España; en general, no está funcionando bien en casi ningún país europeo, y no están muy claros los motivos: dudas sobre la privacidad, hastío de la población, miedo... Sin embargo, tenemos que ser conscientes de la utilidad de esta herramienta, que en estos momentos es más necesaria que nunca.