Francia próxima
CANTABRIA POSITIVA ·
El cercano liderazgo demográfico de Francia en Europa supone una particular oportunidad que Cantabria puede trabajarseSecciones
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CANTABRIA POSITIVA ·
El cercano liderazgo demográfico de Francia en Europa supone una particular oportunidad que Cantabria puede trabajarseComo Francia será a mediados de este siglo el país más poblado de Europa, exceptuando Rusia, que ya no sabemos si dejó de ser Europa o si lo es demasiado y se sale por excedencia, sería necesario invitar a nuestro personal, joven o canoso, pero ... principalmente mozo, a aprender francés y hacerse bien trilingüe (para ser realmente trilingüe, se debería aprender correctamente no solo inglés y francés, sino, ante todo, español, pero no será posible mientras los gabinetes ministeriales quieran que las criaturas educandas sean pequeños filólogos).
En nuestra generación se produjo el histórico giro hacia el inglés, desde una situación anterior en la que el prestigio del francés permanecía incontestado. La americanización audiovisual de la sociedad española y el acierto de los británicos en su fomento de la cultura, tanto popular como 'alta', así como el gran movimiento económico global, puso el inglés como una obligación formativa. Nuestra Universidad de Cantabria implantó en época del rector Federico Gutiérrez-Solana la necesidad de acreditar el equivalente a un B2 de inglés para obtener el título de grado. Era la culminación de la adaptación a aquel giro generacional del que hablamos.
Desde luego, el inglés no perderá su vitola de 'koiné' o lengua franca internacional. Si la humanidad se va haciendo una, procede que se comunique con cierta unicidad, sin perjuicio de que haya otras esferas más restringidas en las que otras lenguas conserven su plena validez. Al menos mientras aquel utópico '¡Háblame en español!', que Eulalio Ferrer noveló como el sueño de una conversión idiomática de la China comunista, no se produzca. Antes deberían venir miles de chinos a invadir Comillas y hacerse autofotos con el ángel de Llimona. Están tardando un poco, diez años o así.
Vivimos en la España próxima a Francia y no es de esperar que su ascenso demográfico, que lo será económico también, nos deje indiferentes. Sí, podrían ellos aprender español (de hecho ya muchos están en ello), pero a nadie perjudica que ambos movimientos se den a la vez. La próxima Francia será todavía más próxima. Para Cantabria es una oportunidad y no estaría de más una «agenda francesa» propia.
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