Secciones
Servicios
Destacamos
Se han cumplido los primeros cien días de gobierno del Partido Popular en Cantabria. Cien días que permiten constatar que su llegada al poder solo ha traído dos cosas: retroceso y desgobierno.
Ya estamos en capacidad de decir que, ayudados por la extrema derecha, Cantabria ... retrocede. No solo en derechos y libertades, sino en oportunidades. Cantabria ha cedido a presiones que ralentizan proyectos de futuro como el Mupac o la protonterapia en Valdecilla y, por desgracia, como logro fundamental de estos pactos de la vergüenza, Cantabria ha sido noticia nacional por censurar la cultura; por menospreciar al colectivo LGTBIQ+ o, más recientemente, por amenazar con la derogación de la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Cantabria.
Estos, y ningún otro, son los logros que el desgobierno de Cantabria que lidera el PP en nuestra tierra ofrece hoy a la ciudadanía.
Sin embargo, quien me conoce un poco sabe de mi naturaleza optimista, por eso, soy consciente de que frente a la dosis de pesimismo, revisionismo y desgobierno que ofrece el PP en Cantabria, está la oportunidad que ofrece el Gobierno de España y el compromiso de Pedro Sánchez y del PSOE.
Tras el fracaso de Feijóo y la campaña que Buruaga ha emprendido en su favor utilizando las instituciones cántabras en beneficio de su líder orgánico, ahora es el momento del PSOE y de Pedro Sánchez.
Es el momento de Sánchez, de un gobierno de progreso comprometido con la revalorización de las pensiones, de un gobierno comprometido con la subida del salario mínimo, de un presidente que extienda los derechos sociales y que haga que el acceso a la vivienda sea un derecho real.
Sánchez se presenta a su investidura habiendo liderado máximos históricos en creación de empleo, un gobierno líder, que sacó adelante la 'excepción ibérica' para reducir el precio de las energías o que trajo a Cantabria los fondos de recuperación de la Unión Europea.
Me siento muy orgulloso de haber defendido los intereses de nuestra tierra, de nuestros servicios públicos, de las inversiones pendientes y de todo lo conseguido de la mano de Sánchez y del Gobierno de España en los últimos cuatro años desde mi responsabilidad de gobierno en Cantabria. Porque, precisamente, si algo hemos conseguido en cuatro años de diálogo y acuerdo es romper con la insatisfacción de lo 'siempre prometido y nunca cumplido' que el PP trajo a Cantabria durante los gobiernos de Aznar y Rajoy.
Bajo mi responsabilidad, las relaciones entre los gobiernos de Cantabria y España han permitido, por la voluntad de diálogo, resolver la deuda de Valdecilla, conseguir apoyo económico para el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, el desarrollo industrial del Llano de la Pasiega, el relanzamiento del Puerto de Santander, la mejora de las comunicaciones por ferrocarril, carretera o el avance de la Alta Velocidad.
Muchas de las inversiones ejecutadas durante la pasada legislatura, o en ejecución ahora, se llevan a cabo gracias a la tenacidad de los socialistas de aquí y gracias a la capacidad de entendimiento que encontramos en los diferentes ministerios.
El PSOE en el Gobierno de Cantabria ha demostrado que a nuestra tierra se la defiende con diálogo y acuerdo, y con modelos económicos justos que nos permitan mantener inversiones que generen economía y empleo sin dejar de mejorar la capacidad de financiación de los servicios públicos que a todos y a todas nos hacen iguales, que no son otros que la sanidad, la educación o el acceso a la dependencia entre otros.
Las decisiones del PP al frente del Gobierno de Cantabria preocupan hoy por insolidarias y por las duras consecuencias que tendrán a medio y largo plazo sobre la economía de las familias y sobre los servicios públicos. Es evidente que Buruaga antepone cada día los intereses del PP a los de Cantabria.
Frente a este desgobierno que padecemos en Cantabria, necesitamos una España donde, parafraseando a Pedro Zerolo, quepamos todos y no solo unos pocos.
España debe avanzar hacia la investidura, hacia un nuevo gobierno y hacia una nueva legislatura con diálogo, acuerdo y Constitución, toda la Constitución, también la que promueve la renovación del poder judicial, hoy atado en manos del PP.
Ahora, es el momento del entendimiento, del diálogo y la democracia. Es el momento de pensar en qué es lo mejor para España y, también, para Cantabria. Es el momento de consolidar otros cuatro años de progreso, cuatro años de gobierno, frente al desgobierno de la derecha.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.