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Comienza 2021, un año apasionante desde el punto de vista geopolítico y geoeconómico. La partida se juega en dos dimensiones: el tiempo y el ... espacio.
En cuanto al tiempo, en cuestión de días se producirá el relevo en la presidencia de los EE UU, un tema sin cerrar. ¿Cómo afecta a China la incertidumbre respecto a la transición entre Trump y Biden? ¿Es fácil tomar decisiones ahora? Parecía que China llevaba la iniciativa, pero ¿es real esa sensación? En cuestión de semanas, los movimientos tectónicos en Oriente Medio subirán de nivel. EE UU reduce su huella en Siria. ¿Es contradictorio que EE UU retire el portaaviones 'Nimitz' del Golfo Pérsico mientras hace volar los bombarderos estratégicos B-52 en la zona? Retirar ahora un posible objetivo, como es el portaaviones, ¿es un signo de debilidad? En el frente opuesto, Israel se enfrenta a nuevas elecciones al tiempo que prepara una acción de envergadura contra el programa nuclear iraní. ¿Está Israel en una posición de debilidad? ¿Es fácil anticipar lo que hará en el corto plazo?
Y en el espacio, en el mar de China y en el Pacífico, EE UU responde cada vez con mayor asertividad al intento de China de controlar esa zona. La tensión en el Estrecho de Taiwán aumenta y China no consigue el apoyo o la abstención de Filipinas. EE UU retira su fuerza de bombardeo estratégico CPB de la isla de Guam (que está dentro del alcance de los misiles DF-26 chinos y Hwasong-12 norcoreanos), mientras refuerza las infraestructuras militares en la isla de Wake. ¿Disminuir la vulnerabilidad mientras se incrementa la ambigüedad del despliegue es un signo de debilidad? En Asia Menor, EE UU reduce su huella en Afganistán. ¿Cómo afecta a la «ruta de la seda china» el nuevo equilibrio de fuerzas en la zona? En el subcontinente Indio, India obstaculiza el plan de China de abrir la ruta de Pakistán. ¿Cómo afectaría a China un conflicto abierto en Cachemira entre Pakistán e India, dos orgullosas potencias nucleares?
En Oriente Medio crece la tensión entre Israel e Irán. Arabia Saudí tiene cuentas pendientes con Irán. EE UU reduce su huella en Siria. ¿Cómo afectaría a China un conflicto importante en el Golfo Pérsico? En el frente interno, ¿puede China mantener ante los medios de comunicación una presión calculada sobre la etnia iugur y sobre la resistencia democrática en Hong Kong? ¿Puede el control del PCCh y el aumento de la propaganda nacionalista ahogar la creciente crítica interna sobre la gestión de la pandemia y la falta de libertad? ¿Es posible para China mantener la cohesión y la paz social al tiempo que se dedican más y más recursos a la expansión en África y Asia Central, a la carrera espacial y armamentística?
En el frente económico, la desconexión de las economías de Estados Unidos y China, decretada por Trump y la secuela de guerra comercial, ¿a quién perjudica más? La enorme deuda exterior norteamericana en manos de China, ¿es un arma o un problema? ¿Podrá China gestionar favorablemente todos los escenarios? ¿Podrá hacerlo simultáneamente?
En mi opinión, en cuanto a la dimensión temporal, es necesario considerar que China y EE UU tienen una visión diametralmente opuesta del tiempo. China juega una partida de siglos mientras que EE UU, en el mejor de los casos, de generaciones. Las democracias juegan con ritmos cada vez más intensos y cortoplacistas. En el tiempo, el control del ritmo es muy importante y ahí EE UU va por delante.
Respecto al espacio, la tensión que ejerce EE UU sobre las líneas de comunicación de China es evidente. China depende del exterior. No es la primera vez que EE UU utiliza la estrategia de abrumar al competidor con la multiplicación y profundización de los frentes. Aquí también veo que EE UU lleva ventaja.
Respecto a la situación política y el despliegue de las fuerzas, me llaman la atención los cambios y la tendencia. Hasta ahora podíamos decir que, dentro de un orden, las grandes decisiones de ambos gobiernos eran «predecibles». Recientemente, los EE UU están redesplegando sus capacidades militares de forma súbita (retirada de Afganistán, Siria, Guam) con lo que reducen la vulnerabilidad de su fuerza al tiempo que ganan libertad de acción en su empleo. Lo mismo ocurre con sus grandes centros de decisión: Casa Blanca, Pentágono, Agencias de Seguridad Nacional: ¿Quién manda? ¿Con cuántos apoyos cuenta? ¿Cuánta voluntad de empleo de la fuerza tiene? En la reducción de la vulnerabilidad y el aumento de la ambigüedad, también veo en ventaja a EE UU.
No se le escapa al observador que la magnitud de las acciones en la esfera geopolítica y geoeconómica se está intensificando. Detrás de ello hay que ver la mano de los contendientes. Si China quería jugar una partida regional, EE UU le está obligando a jugar una partida global. ¿Está preparada China?
En 2021 asistiremos a la lucha del tiempo, en el tiempo. La pelea del águila y el dragón continúa. ¿Cuántos frentes podrá soportar China?
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