El futuro de Cantabria es digital

Esa digitalización debe llegar hasta el último pueblo de Cantabria, creando un Territorio Rural Inteligente. Con buenas conexiones y con servicios podemos luchar de forma eficaz contra la despoblación en nuestros pueblos. Y también es preciso no dejar a nadie atrás y tener en cuenta a los más ancianos en ese proceso. Debemos buscar los modos de integrarles y de hacerles partícipes de un desarrollo que debe ser el motor de toda una comunidad.

Todos esos avances tecnológicos, esa adaptación a la tecnología, no tendrán sentido si en Cantabria las familias no tienen hijos, si nos convertimos en una comunidad solamente de ancianos. Por ello es preciso ayudar especialmente a las familias, que no sea un lujo conseguir un piso de alquiler en los primeros años de actividad laboral. También debemos tener una atención especial con las mujeres que deciden tener hijos, sean solteras o casadas. Es un momento crucial en su vida, de especial fragilidad, en el que deben sentirse arropadas por las instituciones. Estar en la calle y en redes sociales te permite escuchar a gente de Cantabria de distintas zonas, de distintas edades y de diferentes sectores. Antes que nombres concretos, lo que nos reclaman a los políticos son ideas y proyectos que puedan cambiar para mejor sus vidas. Tengo claro que las nuevas tecnologías, la promoción rural, el empleo y el respaldo a las familias son la clave. Esa es la base sobre la que construir una alternativa ilusionante en esta tierra.