El futuro no solo se pinta de negro

Con este artículo, sólo pretendo esbozar unas líneas del futuro que nos espera, pero desde la humildad, pues las personas y las comunidades somos más complejos de lo que muchos quieren hacernos ver porque continuamente reasignamos conceptos y experiencias. Nada muere, todo se transforma... y así ha pasado también con el mundo del retail y los comercios offline (comercio físico o local). Las tiendas físicas, como hemos podido ver después de la pandemia, han tenido una especie de renacimiento en los últimos meses. Un nuevo panorama que nos hace pensar que se están comenzando a reinventar y a adaptar a las nuevas necesidades de los consumidores.

Muchas veces se les pregunta a los expertos que intenten predecir el futuro, pero como ya comenté anteriormente esto es muy difícil porque cuando hablamos de personas y fenómenos sociales, esto es imposible... Hemos visto cómo la gente extrañaba también las tiendas. No todo el mundo. Por supuesto que ahora hay personas que hacen sus compras completamente online. Pero, en general, la mayoría sigue un modelo híbrido: compras online y compras offline. Y estas personas que extrañaban las tiendas valoran incluso más ahora la posibilidad de poder volver a visitarlas.

Este hecho es realmente favorable para el futuro del retail porque reaviva una relación que muchos daban por perdida. Esas personas que ahora retoman su ritual de visita a sus tiendas favoritas concede incluso más importancia a la configuración de un ambiente agradable y una buena experiencia para los visitantes, porque si algo tenemos claro es que las usuarios cada vez demandarán más una compra experiencial. Por ello, tenemos claro que el retail es y va a seguir siendo el mayor canal de ventas, pero sin duda veremos menos estantes y más espacios en tienda para las experiencias. ¿Y en que consistirán esas experiencias? podrían preguntarnos. Pues creo que veremos música, olores, sabores, shows, realidad virtual, brindis, demostraciones, atención personalizada... y esto acaparará la atención de muchos.

Lo que tenemos claro es que las nuevas tiendas físicas como puntos de contacto que son estarán más cuidadas y enfocadas a brindar una experiencia de branding y atracción más poderosa. ¿Para qué tener tanto stock en las tiendas físicas con los costes que implica? Esto ya no es necesario. Basta con acercarse, por ejemplo, a una tienda de Apple. ¿Se ha fijado que tiene mucho espacio y pocos productos? Esto, lógicamente, no es así en todos los sectores, pues el retail es muy amplio, pero sí será una tendencia, convirtiendo al comercio en mas eficiente.

Para algunos comercios físicos la mejor opción será tener algunos productos disponibles en las tiendas para prueba que, luego, una vez sean adquiridos, podrían ser enviados directamente a las casas de los consumidores desde los centros de fabricación y de distribución. Así, el comercio minorista físico pasará de las tiendas donde se venden los productos a un escenario para experiencias de marca inmersivas.

Esto casa con una de las tendencias más relevantes en el nuevo consumidor: una mentalidad minimalista.

Las nuevas generaciones priorizan las experiencias sobre la acumulación continua de productos. Los minoristas que busquen capitalizar este concepto deberán crear una atmósfera similar a un patio de recreo que garantice que la experiencia coincida con el precio ya que las tiendas también podrán ser un entretenimiento como destacan los expertos. Los puntos de venta tradicionales pueden convertirse en lugares donde los asociados de la tienda y los compradores se reúnan para diseñar, discutir y cocrear productos. Esta experiencia en la tienda enfatizaría la personalización del producto en el sitio para el consumidor final. Los compradores podrían elegir colores o texturas específicas para zapatos, ropa o accesorios para crear un producto único en su clase.

Por ultimo, decir que las líneas divisorias entre las ventas físicas y las electrónicas son cada vez mucho más borrosas. La omnicanalidad ya no es una novedad; desde navegar hasta elegir, comprar y recoger, los clientes completan sus compras a través de una multitud de canales ya que hoy exigen una experiencia minorista unificada, que les permita moverse sin problemas a través de los canales con una visibilidad completa sobre el inventario y los precios.

Si de algo podemos estar seguros es de que aquellos comercios que sean capaces de reinventarse, de transformar incluso sus modelos de negocio, serán los que marquen el camino a seguir.