Un presupuesto para todos los santanderinos

Porque ésa es la misión principal de un presupuesto: disponer de un plan económico que permite a la ciudad afrontar su día a día, a la vez que proporciona herramientas para seguir construyendo el futuro.

En Santander, después de dos años de bloqueo porque los demás grupos no quisieron negociar, la confianza que los ciudadanos otorgaron al PP en las últimas elecciones nos ha permitido contar ya con ese documento económico, que entrará en vigor el 1 de enero.

El presupuesto es la viga maestra que sostiene toda la acción municipal y, por ello, desde el primer momento, me ofrecí a todos los grupos políticos representados en el Ayuntamiento para escuchar sus propuestas para poder enriquecerlo. Lamentablemente, no llegaron aportaciones.

En cualquier caso, las puertas de mi despacho siempre están abiertas de par en par para recibir ideas e iniciativas que redunden en beneficio de la ciudad. Cuando en junio tomé posesión de mi cargo como alcaldesa agradeciendo la confianza absoluta de los ciudadanos, mis primeras palabras fueron de mano tendida y disposición al diálogo. No lo dije por postureo ni por trámite de cortesía, sino por la evidencia de que cuatro ojos siempre ven más que dos, y porque la ciudad, el mundo, se construyen mejor si todos vamos juntos.

Por ello, mantengo esa disposición permanente al diálogo y esa receptividad máxima hacia cualquier iniciativa que contribuya a mejorar la vida de los santanderinos. Porque esa es la única línea roja: hablar de aportaciones que vengan del interés por conseguir el bien común, y no por motivos de resentimiento; que estén fundamentadas desde la pertenencia a Santander, y no desde la revancha de los resultados electorales; que estén inspiradas en la construcción de un futuro mejor para nuestros hijos, y no en el sectarismo político.

El 1 de enero entrará en vigor un presupuesto de 234 millones de euros con el que el Ayuntamiento de Santander desarrollará actuaciones estratégicas para atender las necesidades de los santanderinos, proteger a las familias y negocios, y trabajar en áreas clave como el empleo y la vivienda.

Comprometidos en la gestión responsable de las cuentas municipales, y apoyados en una posición sólida de liquidez, solvencia y reducido endeudamiento, podemos mantener un equilibrio entre ingresos y gastos y seguir invirtiendo en la ciudad, así como poner a disposición de los santanderinos servicios públicos de calidad y al alcance de todos. Y todo ello, sin aumentar la presión fiscal sobre los vecinos.

Con estos mimbres, hemos elaborado un planeamiento económico que permitirá poner en marcha proyectos de enorme calado en la ciudad de Santander, como el inicio de las obras del Centro Asociado Reina Sofía-Archivo Lafuente, la redacción del nuevo Plan General de Ordenación Urbana, el avance en la integración del frente marítimo y las iniciativas medioambientales del Plan Santander Capital Natural.

Además, este presupuesto permitirá al Consistorio culminar el MAS, la Fábrica de Creación, el Centro Cívico de Cueto, el Mercado de Puertochico, la remodelación del campo de golf, la mejora del campo del Regimiento, el parque 2020, los nuevos Jardines de Piquío, el Centro de Iniciativas Empresariales o la Oficina 010 de atención al vecino.

También, se iniciarán obras de urbanización en El Sardinero oeste, Grupo Velarde y General Dávila, y se avanzará en el nuevo Centro Cívico de Nueva Montaña-Primero de Mayo. Asimismo, se impulsarán actuaciones en materia de movilidad con nuevos itinerarios mecánicos en Valdecilla y Palacio de Festivales, y se crearán parques infantiles en zonas de crecimiento y con población joven.

Santander no dispone de esos privilegios que les han regalado a otros a cambio de votos por el gran sillón. Pero poseemos valores firmes que nos permiten enfocar el futuro con la mayor de las ilusiones. Vamos a tener que pelear a fondo para salvar esa encrucijada a la que nos arrastra el Gobierno de Pedro Sánchez con sus aliados independentistas. En un escenario que amenaza con dividir a España en territorios de primera y de segunda, Santander será un fortín de resistencia que combatirá con sus mejores armas: esos valores que anteponen el esfuerzo frente al privilegio, el trabajo frente al ventajismo, la igualdad frente a la discriminación, y la unidad frente a la división.

Y este presupuesto a punto de estrenar constituye, sin duda, una herramienta fundamental con un despliegue de estrategias que nos permitirá defender los intereses de los santanderinos y garantizarles un futuro que les pertenece.