Un Gobierno progresista

Sabemos también que el futuro dependerá de todos y cada uno de nosotros y que la recuperación económica y social será fruto del esfuerzo colectivo, pero que nada habría ni sería igual de no ser por el compromiso del Gobierno de España para no dejar a nadie atrás, como ha demostrado desde el comienzo con medidas para ayudar a reactivar todos los sectores que generan actividad, empleo y riqueza, y para proteger a todas las personas en nuestro país.

Ello haría pensar a cualquiera que no viviera en España que tamaño esfuerzo, con un país paralizado ante la peor crisis sanitaria en cien años y con un Gobierno centrado en combatirla y proteger a toda la ciudadanía, no ha permitido hacer nada más. Pero no ha sido así. Si algo ha demostrado el Gobierno es que la agenda reformista con la que comenzó hace un año la legislatura no va a dar marcha atrás. Y se ha trabajado todo el año en dos frentes; uno, el inmediato, que era atender y dar respuesta a la crisis económica y social tras el covid-19; y otro, el de avanzar en proyectos de transformación para mejorar la vida de la gente en las próximas décadas.

De esta forma, si la pandemia ha determinado la agenda, han sido la justicia social, la ecología, el feminismo, la igualdad, la libertad y la ampliación de derechos quienes han determinado el paso y el rumbo a seguir del Gobierno de Pedro Sánchez que entiende, como diría uno de los intelectuales más reconocidos del siglo XX, José Ortega y Gasset, que «sólo cabe progresar cuando se piensa en grande, sólo es posible avanzar cuando se mira lejos».

Así, se han revalorizado las pensiones conforme al IPC y el sueldo de los empleados públicos en enero de 2020 y también ahora en enero de 2021, con una subida mayor para las pensiones no contributivas. Se ha aumentado el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) con el compromiso de terminar la legislatura con un 60% más de como se encontró en 2018, para situarnos al mismo nivel que otros países de la eurozona. También, en estas primeras semanas de año, se han suprimido copagos farmacéuticos para más de seis millones de personas vulnerables y se han ampliado y equiparado los permisos de paternidad y maternidad a 16 semanas. Y se han aprobado importantes leyes como el ingreso mínimo vital, un nuevo derecho de ciudadanía para proteger a los más vulnerables; el anteproyecto de Ley de Memoria Democrática, el proyecto de Ley de Protección Integral a la Infancia y a la Adolescencia frente a la violencia o la Ley de Eutanasia, que reconoce el derecho a morir con dignidad. La aprobación de la Lomloe es también otro de los logros alcanzados en este primer año de gobierno de coalición. Una ley que garantiza la calidad educativa en igualdad de condiciones para todos, y deroga la Ley Wert, tal y como nos comprometimos con todos los grupos parlamentarios y la comunidad educativa.

La aprobación de los PGE, que permiten la llegada de fondos europeos claves para la recuperación económica y social y generan confianza, certidumbre y estabilidad al país, son el mejor impulso para afrontar este año 2021 con la convicción de que cada paso, cada avance, cada conquista social da respuesta a las aspiraciones de la mayoría de la ciudadanía y sientan las bases para hacer un país mejor en el presente y para el futuro. Pero no solo para el conjunto del país este Gobierno progresista ha sido un motor de transformación. También lo ha sido para Cantabria, que ha visto como proyectos e inversiones que llevábamos décadas esperando, y que hemos reivindicado desde todas las formaciones políticas mayoritarias, ven por fin la luz y tienen el compromiso del Gobierno para comenzar a materializarse. Queda mucha tarea por hacer, muchos compromisos por cumplir, en una agenda progresista y reformista con la que queremos contribuir a hacer una España mejor, pero sobre todo, queremos garantizar bienestar y progreso seguro para las próximas generaciones.