El amigo socialista

Pero hay más. Revilla sabe que en situaciones de crisis lo que hace perder la gobernabilidad es la economía. Y Sánchez debería tener una vía de agua por ese lado, que estaría intentando tapar con medidas sociales. Pero está ocurriendo justo lo contrario. Curiosamente, el PSOE está tocado por el ala social, no por la economía. Y por eso Revilla, que salpicó su intervención con un chorreo de buenos datos de empleo y de PIB regionales, quiere llegar a mayo surfeando esa ola y sin que le salpique, por ejemplo, la polémica de la ley del 'sólo sí es sí'. Mientras tanto, en el PSOE están encantados por las atenciones que reciben últimamente de Ferraz.

El partido está volcado en contentar a sus barones porque se han apuntado a la teoría de que unos buenos resultados electorales en mayo catapultarían el voto de las generales, previsto para finales de año. De hecho, solo hay que ver la acumulación de visitas ministeriales en las últimas semanas a Cantabria. Una de ellas, la de Economía, amadrinó incluso la candidatura de Daniel Fernández para el Ayuntamiento de Santander. En la agenda del PSOE nacional la campaña ya ha entrado de lleno, y en las últimas semanas hay un incremento exponencial de la actividad de Pedro Casares: cuatro días en Valencia en actos de partido, encuentros con representantes de colectivos profesionales en calidad de secretario de Política Económica... «Me dicen en Madrid que tiene pinta de ministrable, yo no sé exactamente qué significa eso, pero sí que su futuro no está en Cantabria», vaticina un miembro del Comité Regional del partido. Otro respiro más para Pablo Zuloaga, que a la dificultad para completar las listas electorales se le une el asedio parlamentario y de imagen por el 'caso Renedo'.