El enfado de Revilla

Revilla no fue el único que torció el gesto. Aunque de puertas para afuera casi todos en el PRC se esfuerzan por aparentar indiferencia al movimiento de Guillermo Blanco, existe un fuerte malestar por los tiempos y las maneras. El comentario más generalizado en el partido era que el exconsejero de Desarrollo Rural se había «adelantado bastante» porque ni está convocado oficialmente el Congreso –que será en abril o mayo– ni se ha abierto ningún proceso de candidaturas. Pero lo que más ha enervado a otros interesados en la carrera sucesoria, y a los que no quieren ver al PRC convertido en un campo de batalla similar al del PP y PSOE en 2017, es que Blanco no respetara los intentos internos que existen desde hace semanas por formar una candidatura de consenso.

Tras la Asamblea de Dirigentes de mayo del pasado año, que dio el verdadero pistoletazo de salida al relevo de Revilla, se creó un equipo que trabaja en paralelo a la Ejecutiva para gestionar todo el proceso. Y hasta ahora se han hecho esfuerzos para pulir egos, acercar posturas e intentar que haya una sola candidatura aceptada por todos. Parece que no será tarea fácil.

Muchos ojos están puestos ahora en Torrelavega. Ayer el Comité Local, con Javier Marcano al frente, se reunió para desearse feliz Año Nuevo porque no pudieron celebrar la tradicional copa de Navidad en su momento. Y la semana que viene, el alcalde Javier López Estrada presidirá la Asamblea del Besaya. No habrá ningún anuncio en estos encuentros, pero la sucesión flotará en el ambiente y seguro que ambos, padre e hijo, son alentados a dar algún paso de forma directa o delegada.