No llega para todo

Hay una máxima en política cada vez que llega el otoño y al Gobierno le toca presentar el nuevo Presupuesto regional. Esté quien esté sentado en el despacho de la sexta planta de Peña Herbosa, siempre anuncia las cuentas más inversoras de la historia, las ... más sociales, las más equilibradas y, por supuesto, las que más dinero para gastar ponen encima de la mesa. Se lo oímos a José Joaquín Martínez Sieso, a Miguel Ángel Revilla, a Ignacio Diego y, claro, a María José Sáenz de Buruaga. Lo que no se dice a final de año es que nunca llega para todo. Las inversiones jamás llegan a ejecutarse del todo y hace falta quitar dinero de aquí y allá para poder pagar los gastos farmacéuticos y las nóminas de final de año a médicos y profesores, capítulos que siempre se infrafinancian. Algunos presidentes lo han tenido mejor y otros peor –al PP de 2011-2015 no le llegaba, en plena crisis, ni para pagar el salario mensual de los funcionarios–, pero todos, indefectiblemente, tropiezan en la misma piedra. Quizás sea imposible hacer un Presupuesto ajustado y real por los muchos condicionantes económicos de Cantabria y por la dependencia absoluta del dinero que llega de Madrid, pero si es así, no deberían comprometerse sistemáticamente a algo que es inviable. Quizás la triste realidad que debemos asumir es que no podemos aspirar a carreteras faraónicas mientras la gente se muere sin llegar al quirófano.