Una hazaña cultural

Para Cantabria y Santander, resulta de especial valor todo aquello que origina una repercusión más allá de las fronteras y nos sitúa en el mapa del mundo. Así, la Universidad Internacional de Verano, después Universidad Internacional Menéndez Pelayo, que ahora está celebrando su nonagésimo cumpleaños. O el Festival Internacional de Santander, que en unos días inicia su 71º edición (precisamente dentro de este programa tendrán lugar las finales del Concurso de Piano). O la Universidad de Cantabria, creada al mes siguiente de la primera edición del concurso ganado por el pianista Josep Colom, integrada actualmente en una alianza con universidades de otros seis países europeos. Otro tanto puede decirse de atributos internacionales de la región como sus cuevas con arte prehistórico Patrimonio de la Humanidad; como su gran entidad financiera el Banco Santander; o como la resonancia global alcanzada por algunos cántabros célebres, como el golfista Seve Ballesteros. Y esperemos que esta lista se amplíe cuando se complete el conjunto museístico hoy en desarrollo en la ciudad de Santander, que incluye una marca contemporánea tan reconocible mundialmente como el Museo Reina Sofía.

Que se haya podido destacar internacionalmente, partiendo casi desde cero, en un proyecto tan singular como el Concurso de Piano es, por tanto, una hazaña cultural que no se puede ni se debe infravalorar. Se trata de un caso de liderazgo cultural muy exitoso y prolongado, con gran fidelidad a los conceptos fundacionales y un nivel de exigencia y autoexigencia siempre máximo. La calidad no es casualidad, sino trabajo. Pues mucho trabajo es lo que subyace en el rotundo éxito del Concurso.

La aportación de todo este empeño de Paloma O'Shea a la imagen, a la cultura y la economía de Santander apenas podría medirse en detalle. Y más si añadimos al balance el éxito de los Encuentros de Música y Academia que O'Shea viene impulsando en los meses de julio y que llenan de música de alta calidad y de jóvenes talentos los escenarios de la región. Este año celebra ya su XXI convocatoria, lo que representa un camino de clara consolidación y el inicio de una tradición que confiemos perdure indefinidamente, para beneficio de Cantabria.

En este día, en el que Josep Colom ofrece su virtuosismo para conmemorar el Concurso cuyo primer vencedor fue él mismo, es de justicia manifestar el mayor aplauso y agradecimiento de la sociedad de Cantabria a Paloma O'Shea por este legado que lleva su sello personal, y que no implica olvidar a las muchas personas que han venido colaborando con ella en sus proyectos desde hace medio siglo, compartiendo su entusiasmo y haciendo de nuestra comunidad un mundo mejor en lo cultural y social. Hacemos votos por la feliz continuidad de estas iniciativas, que tanto enriquecen las perspectivas y el renombre de la región y de su capital, Santander. Paloma O'Shea merece, en esta señalada efemérides, el reconocimiento general.