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La historia de amor más triste del mundo

HIC SUNT DRACONES ·

En las escenas en las que nada parece suceder reside el verdadero relato

Sábado, 8 de mayo 2021, 08:07

Esta es la historia de mi primer 'Manual de cultura china' y de cómo me cambió la vida. Corría el año 2002 y yo vivía en Viena. Un par de años antes, la película de un escurridizo director hongkonés se había estrenado con ... gran éxito de crítica en el Festival de Cannes. En aquellos tiempos, diversas vicisitudes rocambolescas me habían llevado a heredar el camastro y los pantalones de un estudiante chino que, tras varios años en Austria, regresaba a su país. En aquella cama dormí año y medio y con aquellos pantalones de raya del chino fui a trabajar mis primeras semanas al Ministerio de Justicia austríaco. Aún los conservo (y todavía me pregunto cómo pude vestir la misma cintura de avispa que aquel amigo asiático). Hechos, todos ellos, inconexos pero que, en retrospectiva, juegan su papel en el impredecible curso de los acontecimientos vitales. Yo no había sentido, hasta entonces, especial interés por la cultura china y tampoco había tenido contacto con persona oriental alguna. China era, para mí, un remoto y extraño planeta en las antípodas de mi mundo netamente europeo.

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