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La metamorfosis de la provincia de Santander en comunidad autónoma de Cantabria se produjo en la bisagra de 1981 y 1982. Este año, celebramos el ... cuarenta aniversario de aquel proceso que no fue fácil ni estuvo exento de riesgo, pero que finalmente salió adelante merced al impulso del centro derecha (UCD) y al apoyo de la izquierda socialista con el acicate de ADIC, el embrión del regionalismo. Cuarenta años es un periodo suficiente para analizar la evolución de una región como Cantabria y hacerlo con una perspectiva constructiva, asumiendo los errores cometidos para no repetirlos y siempre con la mirada en el futuro. Recrearse en el pasado solamente es útil para aprender y mejorar.
Precisamente ahora, cuando esas cuatro décadas se cumplen, un doctor en medicina, con larga trayectoria profesional en el HUMV de Santander, publica una obra ambiciosa: 'La entidad de Cantabria', nada más y nada menos que una historia integral de nuestra región. Un recorrido por los orígenes prehistóricos, las tribus la romanización… hasta llegar al pasado reciente de la transmutación de la provincia de Santander en la región de Cantabria. El autor de 'La entidad de Cantabria' es José Manuel Pastor Martínez, investigador concienzudo, paciente, con criterio independiente, que ha sido capaz de resumir en 740 páginas la historia integral de nuestra tierra. Doctor en Medicina, licenciado en Ciencias de la Información (periodismo) y con estudios de historia, logra la mixtura entre el rigor y la amenidad.
El libro es un recorrido panorámico del pasado. Se abordan los hechos esenciales, la evolución de la economía, la cultura, los avances tecnológicos, etc. Junto a los datos indubitados, el autor expone su opinión en los casos en los que procede y ese toque personal salpimienta la historia rigurosa con interesantes puntos de vista. De este libro se pueden extraer conclusiones diversas, algunas que pueden suscitar debate: Se refleja como, a lo largo del devenir del territorio de Cantabria, ha existido siempre una pulsión indómita de los cántabros, más proclives a depender del Rey –Madrid– que de los señores de la tierra cántabra. En muchos casos prefirieron acogerse directamente a las órdenes del rey de España que a los dictados de los nobles de la propia tierra que tenían poder autónomo.
Naturalmente, despiertan curiosidad los episodios más recientes de nuestra historia. Lo que enseña este libro es que Cantabria necesita una historia documentada, independiente y rigurosa de lo acontecido en los últimos sesenta años, o quizás del último siglo. En 'La entidad de Cantabria' se aborda de manera superficial –como corresponde aun libro que abarca miles de años– lo sucedido en el siglo XX y los primeros años del XXI. El panorama no es precisamente optimista, ya que los indicadores económicos, sociales, sanitarios, etc. indican que nuestra región ha perdido impulso respecto a la media española.
J. M. Pastor escribe en la página 621 una frase definitoria del declive regional: «En 1960, al final de la etapa autárquica, La Montaña era la quinta provincia española en cuanto a PIB/habitante, sólo por detrás de Madrid, Barcelona, Vizcaya y Guipúzcoa. En 1981, cuando va a arrancar la andadura autonómica de Cantabria, era la decimonovena». Por desgracia esa tendencia de pérdida de músculo económico se mantiene hasta el presente y aun no se percibe el final de la caída y el inicio de la remontada
La visión global, trazada con un potente gran angular, permite apreciar la evolución a través de los siglos de la arquitectura, la pintura, la tecnología, la explotación agro ganadera, etc. Con ello se puede construir una idea integral de lo que ha sido y lo que es Cantabria. La aportación del doctor Pastor es de enorme calidad. En su libro está la historia de nuestra región desde los albores de la prehistoria hasta el presente tecnológico, y el texto de 'La entidad de Cantabria' es una base certera para, en un resumen cuidado y con perspectiva pedagógica, editar un texto escolar con el que las nuevas generaciones conozcan el pasado reciente y el remoto. En el prólogo, que J. M. Pastor tuvo la gentileza de encargarme, escribo: «La imparcialidad en el relato y el excelente tratamiento del idioma hacen de este texto una base para formar parte del currículum que deberían estudiar los jóvenes cántabros durante su formación» en un llamamiento a que este trabajo tenga continuidad.
El próximo viernes, día 21, José Manuel Pastor presentará, dentro del Aula de Cultura de El Diario Montañés, en el Ateneo, esta historia de Cantabria plena de equilibrio y rigor.
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