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Este año se cumplen cien años del fallecimiento del periodista José Estrañi y Grau (1840-1919), que fuera director del periódico republicano federal 'La Voz Montañesa' desde 1882, y director del liberal republicano 'El Cantábrico' desde su fundación en 1895. Su aparatoso monumento en la ... Avenida de Reina Victoria está hecho una pena. No muy lejos hay un busto del poeta argentino Baldomero Fernández Moreno (1886-1950), quien, aunque oriundo por línea paterna de Bárcena de Cicero, poco representa en la historia de Santander, comparándolo con la influencia de Estrañi en la opinión pública regional durante casi cuarenta años. Pero nadie puede hacerse ahí una idea de la figura de Estrañi, porque no hay ningún busto ni estatua de cuerpo entero. Estrañi es para los santanderinos el Hombre Invisible. No se entiende bien por qué le ofrendaron un monumento en avenida tan panorámica y transitada, para luego dejar que se pudra en la incuria de la falta de mantenimiento.
Este monumento fue inaugurado por el presidente de la Segunda República, Niceto Alcalá-Zamora, el 22 de agosto 1932, durante su triunfal estancia de varios días en Cantabria, cuyo territorio recorrió de cabo a rabo. Entonces la avenida se había rebautizado como 'de Pablo Iglesias'. Fácilmente se aprecia que la estética del monumento es propia de las estilizadas vanguardias escultóricas de entreguerras. Un bajorrelieve de Estrañi desapareció durante la guerra civil. Otra figura alegórica también desapareció más recientemente. Y la placa data de la época de Juan Hormaechea. El escenario tiene su historia.
Estrañi fue un periodista moderno, protagonista de cambios organizativos y técnicos. Sus 'pacotillas' alcanzaron renombre nacional y, aunque era republicano, no le dolieron prendas en apoyar la conversión de Santander en centro de veraneo de Alfonso XIII. Fue también expresión local y santanderina de la España del momento, donde la pugna entre el 'revival' católico y el liberalismo anticlerical alcanzaba puntos de alta tensión (la frontera entre laicismo militante y anticlericalismo es como la que existe entre Irlanda del Norte e Irlanda).
Albaceteño criado en Valladolid, montañés de destino, Estrañi fue uno de los destacados periodistas españoles de la época de la Restauración, y un singular ejemplo de cómo hacer literatura con el periodismo y periodismo con la literatura, y de cómo utilizar el humor para manifestar el análisis. Pobre centenario el de su muerte, si Santander permite que se consolide como el Hombre Invisible a quien está dedicado el monumento más visible. Digámoslo con formas que evoquen, humorísticamente, las suyas: «Erigida fue en la Sidón Ibera / Fontana de Trevi al pacotillero / que tritones e hipocampos espera / de la furia de Océano munícipe / mas venga ¡caridad! ya el utillero / que el moho reduzca de rey a príncipe». Quiero creer que Océano ya está en camino, o en su defecto el utillero. Porque esperar a otro presidente de la República para inaugurar el busto igual se nos hace largo.
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Ana del Castillo
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