La hora Keynes
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CANTABRIA POSITIVA ·
Tras ver cómo los ayuntamientos cántabros entregaban su superávit a los bancos y no a sus parados, los economistas están llamados a una acción pedagógica sobre el debate de las cuentas públicas covidJohn Maynard Keynes, economista de Cambridge y verdadero liberal, advirtió a los Aliados después de la Primera Guerra Mundial que con el sistema de reparaciones impuesto a las potencias perdedoras no se recobraría una economía estable ni finalmente sería posible cobrar las deudas entre unos ... y otros. No le hicieron mucho caso. Las reparaciones experimentaron sucesivas reprogramaciones, Alemania vivió una hiperinflación tremenda que desestabilizó la sociedad. Keynes también se opuso al regreso de la libra esterlina al patrón oro, decidido por Churchill. Cuando este quiso admitir su error, muchas desgracias habían sucedido ya.
Cuando sobrevino la Gran Depresión de 1929, Keynes abogó por incrementar provisionalmente el gasto gubernamental para aumentar la demanda, convirtiendo el ciclo de descenso en otro de ascenso. Pero incluso en la España republicana de primavera de 1936 había gente progresista que decía que lo prioritario era equilibrar el presupuesto.
Los 'treinta gloriosos' (1945-1975) hicieron de Europa lo que hoy es básicamente, y su deuda intelectual con Keynes resulta indudable. Los últimos discursos de la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, muestran que, en Frankfurt, tras la impiedad ultraortodoxa de la recesión anterior (contra lo que hicieron Reino Unido y Estados Unidos), por fin se vuelve a Keynes.
En Cantabria hay muchos economistas. Deben despejar ya el fantasma para niños del déficit y la deuda 'excesivos'. Mucho más en un desplome cuasibélico como el actual, tan grave como el de la época de Keynes. Hemos visto a muchos ayuntamientos destinar su superávit a amortizar deuda bancaria, en vez de dar trabajo a sus parados. Los estudiosos de la economía no pueden mirar hacia otro lado cuando eso ocurre. Tienen que explicar que la deuda pública no es como la de una familia; cómo funciona el banco central; cómo se crea el dinero y cómo lo que realmente mejora las cuentas públicas es un ciclo de crecimiento. Si la gente no gasta (los ahorros están en máximos, y muchas personas en paro total o parcial) tiene que hacerlo el gobierno, y el BCE aceptar toda clase de pulpos como animales de compañía. El propio FMI considera que el equilibrio será necesario solo a medio plazo. Por tanto, no ajustar-para-crecer, sino crecer-para-ajustar.
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