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Tal y como todos los analistas adelantaron, el comportamiento de los precios durante el mes de septiembre ha sido malo. Muy malo, y el hecho de que no haya sido una sorpresa no resta ni un ápice a su gravedad. Han subido casi un punto ... más, hasta el 3,5%. Esta vez, el fuego cruzado de la sequía, con su doble efecto de peores cosechas y una generación eléctrica mas cara al tener que usar más las centrales de ciclo combinado que funcionan con gas, más las complicaciones geoestratégicas que impulsan a los carburantes, el IPC se ha ido de nuevo a las alturas, de una manera desordenada. La subida es una mala noticia para el presente de los ciudadanos, suficientemente acosados ya por el coste de la cesta de la compra y por la subida de la factura de las hipotecas y, también para su futuro pues será más difícil que, con este panorama, el Banco Central Europeo se decida a aflojar su política de tipos de interés. También se lo pone difícil a los gobiernos que tendrán que soportar un coste más elevado para financiar las desmesuradas deudas de los Estados y, sobre todo, porque les obligará a replantearse seriamente sus políticas de gasto. Los aumentos de los tipos tienen básicamente el objetivo de reducir el dinero en circulación y conseguir enfriar la demanda.

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eldiariomontanes Peores precios, mayor dilema