Sánchez, con mi dinero no

Es el acuerdo para la transferencia de la Seguridad Social al Gobierno Vasco, que va a servir para romper la igualdad entre los españoles y que, en un horizonte no muy lejano, servirá para que las pensiones de los jubilados de Euskadi sean mayores que las del resto de España, fomentando, una vez más, que existan españoles de primera y españoles de segunda.

El Gobierno del PSOE no puede crucificar siempre a los mismos. No puede siempre sacrificar a Cantabria y abofetear a los cántabros. Al menos, tenga la seguridad, señor Sánchez, de que el Partido Popular, a través del Parlamento autonómico, va a defender los intereses de esta región ante el atropello que supone el nuevo sistema de financiación singular privilegiada de Cataluña.

Con el dinero de los cántabros no puede comprar los votos de Esquerra Republicana de Cataluña para seguir aferrado a su sillón en La Moncloa.

Desde el primer día, desde Partido Popular de Cantabria se ha defendido que el nuevo sistema de financiación debe apoyarse en el principio del coste efectivo de los servicios, como hasta ahora.

No se puede olvidar otro de los desprecios del presidente Sánchez a los cántabros, y es que, pese a que los presidentes autonómicos llevan meses implorándoselo, Sánchez sigue sin fijar la Conferencia de Presidentes.

¿Hasta dónde va a llegar Sánchez a la hora de insultar a los españoles? En este primer año al frente del Gobierno de España solo se ha reunido con los dirigentes de dos comunidades autónomas, Cataluña y Euskadi, y hasta ahora se negaba a recibir, de manera chulesca, al resto de los presidentes elegidos democráticamente. Todo apunta a que el presidente ha cambiado de opinión y va a iniciar la correspondiente ronda de encuentros con los presidentes autonómicos. Por cierto, elegidos bastante más democráticamente y de manera más limpia que su elección como presidente del Ejecutivo Nacional, que como los hechos nos están demostrando se basó en el engaño, en la mentira y en el constante fraude a los españoles.

Pedro Sánchez es un presidente débil, que ha llegado a gobernar con menos apoyos que nadie y que lo está haciendo con más trampas que nadie. No hay programa de Gobierno, no hay proyecto de país, no hay estabilidad de ningún tipo, ni acuerdos parlamentarios, ni mayoría que sostenga a su Gobierno.

Y prueba de ello, es que en un año solo se han aprobado dos leyes: la Ley de Convalidación de las Enseñanzas Artísticas y la Ley de Amnistía.

Todo esto unido a que Pedro Sánchez se cree el dueño de las instituciones y le da alergia comparecer para rendir cuentas de su nula gestión al frente de un Gobierno paralizado y atado de pies y manos por los independentistas.

Y mientras, ¿el PSOE de Cantabria, el PSOE de Zuloaga, a qué se dedica más allá de a poner palos en las ruedas para el avance de esta región y para la prosperidad? Cada vez que hay que defender cualquier asunto de Cantabria nunca está.

El PP es consciente de cuáles son las obligaciones que tiene por delante el Parlamento de Cantabria a lo largo de este año. El principal es defender a los ciudadanos de esta región de las consecuencias que tienen para ellos los acuerdos que Sánchez negocia, a espaldas de los españoles, con los independentistas y a esa tarea se está dedicando y se va a seguir dedicando durante todo este tiempo.