Intereses electorales

La reducción de las cotizaciones en los contratos indefinidos vigentes o por firmar en Teruel, Soria y Cuenca difícilmente será efectiva contra la despoblación cuando llega un año tarde y ocho meses después de iniciado el ataque de Rusia contra Ucrania. Aunque el pleno parlamentario de ayer ofreció una imagen aún más preocupante al constreñir el debate sobre el momento económico y social derivado de esta tercera crisis global en el plazo de quince años a una diatriba partidista maniquea. Al soliloquio de eslóganes sucesivos que persiguen la diferenciación y en ningún caso la coincidencia ante tan grave situación. Todo cuanto se anuncia, promete o alega en el foro político sugiere intenciones electorales que se neutralizan mutuamente. Los socialistas y el resto de las izquierdas, reclamando subidas de impuestos a los que más tienen como garantía del sistema de bienestar independientemente de su cuantía y efectos. Los populares, exigiendo que el dinero se mantenga «en el bolsillo» de los ciudadanos como si ese genérico enunciado asegurase el progreso para todos. Inés Arrimadas, rompiendo con el tabú de la subida de las pensiones sin que ningún otro grupo se dé por aludido.

Un diálogo inexistente que empobrece la vida pública en nuestro país bajo la presunción compartida de que los hogares españoles podrán atravesar el invierno mejor que los del resto de la Unión, a pesar de que nuestra economía no podrá librarse de la ola recesiva que afectará al conjunto de Europa.