Se intuyen nuevas formas

Los datos electorales le permiten dos fórmulas: coaligarse con un rutinario PSOE, que parece haber tocado techo, o un pacto con un PP en suspensión de pagos. Cualquier combinación obligaría a López Estrada a ceder parcelas de poder que ayudarían al recrecimiento de los perdedores, permitiendo sacar pecho a dos partidos que en el futuro se le podrían llevar por delante.

¿Y si opta por gobernar con apoyos puntuales? Las formas de Javier López Estrada en estos cuatro años, como bastón de Cruz Viadero, permiten apuntar hacia maneras de gestión que podrían situarse entre la tecnocracia y un regionalismo refinado. Ha demostrado que sabe moverse bien en las distancias cortas. Sus gestos no han exacerbado a los rivales; es empático, asertivo, regula bien sus emociones, y en absoluto es provocador. De hecho, ayer, el WhatsApp de su móvil se cuajaba de enhorabuenas variopintas.

El PP ha sido víctima de tantas situaciones adversas que hasta cuatro concejales parecen mucho. Ha pagado la corrupción nacional, las peleas de gallos en en el seno de su partido, aquí, en Santander y en Madrid, los puros pisados, los carteles arrancados, las denuncias judiciales pero, sobre todo, al menos en Torrelavega, ha sido víctima del peligroso fuego amigo, ése que recuerda al jefe de protección civil que presuntamente quemaba los montes para después ser un héroe apagándolos. ACPT no ha sufrido desgarro, demostrando que aquí, la izquierda radical, ha encontrado su espacio y que llegó para quedarse. Torrelavega Sí, C´s y Vox darán cobijo al voto de los enfadados hasta que se les pase el berrinche.