Invención de la silla y un mono con nariz larga

La cultura es un bien escaso, por lo que la presencia cercana de primeras figuras en los distintos campos del conocimiento siempre es bienvenida. 'La muerte contada por un sapiens a un neandertal', segundo libro nacido de la colaboración entre Arsuaga y Juan José Millás, está llamado a convertirse en un éxito de ventas, del mismo modo que lo fue el primero, en el que se contaba la vida y no la muerte. Uno y otro, científico y escritor, llenaron el salón de actos del Ateneo, y ambos estuvieron a la altura de lo esperado. Arsuaga, hábilmente preguntado, explicó algún detalle curioso sobre la evolución. Así, el culo redondeado es un atributo humano, que el resto de los mamíferos no comparte, con una función exclusivamente sexual. Ningún primate, excepto el hombre, dispone de una nariz prominente, ese feo saliente que tenemos en la cara.

Pero, aunque la generalización es necesaria, no carece de peligro. Porque corremos el riesgo de dejar fuera casos concretos de animales próximos, como el mono de nariz larga o mono narigudo, habitante endémico de la isla de Borneo, en el sudeste asiático. Su colgante apéndice, muy superior al del hombre, llega a medir diez centímetros, y los biólogos han confirmado la estrecha relación existente entre el sexo y las dimensiones nasales. A mayor nariz, más hembras en el harén. El mundo animal es un trampantojo, y hasta el oso polar, que tan blanco nos parece, tiene la piel negra. Recomienda Arsuaga que olvidemos la silla y nos sentemos en el suelo. Andar, sin duda, es el mejor ejercicio posible, mas no por ello hemos de renunciar a que las escaleras mecánicas nos eleven de una calle a otra, salvando sin esfuerzo las empinadas cuestas de este Santander nuestro.