La mejor inversión es la prevención

La aventura no es fácil: el sistema Cueto-Coventosa tiene unos 42 km. de desarrollo total, y la travesía supone bajar unos 600 metros de pozos verticales para alcanzar las galerías inferiores, y recorrer seis kilómetros de cueva antes de alcanzar la salida. Quienes lo intentan saben que un recorrido normal y sin contratiempos puede suponer entre 18 y 24 horas para equipos bien entrenados en técnicas subterráneas. No es ni la travesía más larga de España, ni la más profunda, ni la más difícil, pero reúne una variedad de situaciones y retos que la hacen muy atractiva para los espeleólogos.

Cada año, centenares de deportistas la realizan sin ningún percance. Por eso resulta lamentable que en los últimos meses se esté dando una publicidad desmesurada a los rescates en esta cueva mientras nunca se informa de lo que supone para Cantabria la intensa actividad espeleológica de grupos de España y de toda Europa cada fin de semana, como corresponde a la imagen que tenemos allende nuestras fronteras como paraíso de la espeleología. Si esto es así se debe a que las Federaciones de Espeleología sabemos que el principal esfuerzo no tiene que ver con los rescates más o menos espectaculares, sino con la continuada labor de formación e información que se realiza desde clubes y federaciones deportivas, para que los espeleólogos estén en condiciones de afrontar con el menor riesgo posible la exploración del mundo subterráneo. Es probable que si estos espeleólogos hubieran seguido las normas de elemental prudencia que aconsejamos a nuestros deportistas, como la de no aventurarse en cavidades con problemas de inundación bien conocidos cuando hay riesgo de fuertes lluvias, no se hubiera producido esta situación y, tal vez, los medios seguirían felizmente sin hablar de la espeleología.

* Presidente de la Federación Cántabra de Espeleología