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Jaime Asensio: un atleta de mirada limpia

LA TIERRA DORMIDA ·

Esta ciudad, que ha dado grandes deportistas, no puede seguir sin troquelar oro para este centenario que la ha engrandecido

Domingo, 10 de julio 2022, 07:53

San Juan Pablo II fue denominado 'el atleta de Dios'. Su vida como deportista no se vio frenada por sus altas responsabilidades sacerdotales, ni siquiera ... por su llegada al Papado. Tuvimos frecuentes imágenes de él, inéditas en un Pontífice, vestido de chandal, en la cima de una montaña que había escalado, ya con el pelo blanco y con la edad intentando encorvar su espalda. Resistió en la silla de Pedro hasta el último hálito, enseñándonos que los ancianos no son 'cosas' en espera del final, si no que pueden cumplir hasta la extenuación con un compromiso. El director de cine Irgman Bergman dijo que envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena. Será por esto por lo que los atletas suelen tener la mirada limpia. Así ocurre con nuestro vecino Jaime Asensio Ballesteros. Con cien años -más de 80 como atleta- ha acumulado el mayor medallero que pueda reunir un deportista junior y senior, porque le empezaron a colgar medallas siendo un imberbe hasta casi cumplir su primer siglo de vida. ¡Más de 100 de medallas, 81 de ellas de oro! Jaime Asensio es por derecho uno de los mejores ejemplos de superación personal -además de sus extraordinarias cualidades humanas- demostrándole a una sociedad que sitúa la juventud como máximo valor, que cada edad tiene su propio brillo y que envejecer suele ser la bella recompensa que reciben quienes han transitado por una vida bella. Los ancianos son tradición e historia, lógica y juicio sereno, en resumen, equilibrio frente a la imprudencia a la que los jóvenes son más propensos. Por eso se debe ver reflejado en Asensio ese mismo mensaje que el Papa polaco nos dejó hasta su muerte: la dignidad de la ancianidad, el trabajo sin excusas, la respuesta a un compromiso. Torrelavega se enorgullece de tener entre sus vecinos al hijo de Nazario y de Rosenda, al hermano de Mariuca, Tomasa, Luisa e Icio, a un hombre que ha subido el nombre de esta ciudad a centenares de podios, provocando la admiración hacia este torrelaveguense ilustre -aunque no le hayan dado el título oficialmente- a este ciudadano, auténtica medalla de oro -la de Torrelavega- que aún espera que sea colgada en su cuello. Hay dos maneras de valorar y medir la valía de una persona. Hay quienes la encuadran en la dignidad humana y quienes la pesan con báscula de valor del comercio de libre cambio. Asensio pertenece al primer grupo y ése es su mejor currículo. Esta ciudad que ha dado grandes deportistas: 'La Pulga', Otero, Freire, 'El Niño', Mallavia... no puede seguir sin fundir el oro para troquelar una condecoración en la que se escriba en el envés: 'Medalla de oro de la ciudad de Torrelavega a quien ayudó a engrandecerla'.

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