Secciones
Servicios
Destacamos
Una longeva amistad musical del siglo XIX entre el compositor bohemio Antonin Dvorak (1841-1904) y el alemán Johannes Brahms (1833-1897), compañeros en la convulsa Centroeuropa de hace 150 años, se repitió en un concierto del FIS el pasado sábado. Tres músicos con larga ... formación y confraternización se juntaron en la iglesia de la Santa Cruz de Escalante para disfrutar como artistas y amigos: Miguel Colom -violín-, Fernando Arias -violonchelo- y Juan Pérez Floristán -piano-. Dvorak-Brahms, trío VibrArt, hermandades entre siglos.
Con una demora desacostumbrada apareció en escena el trío tras anunciar que el orden del programa era el inverso. Cuestión de cambiar de posición el papel. Primer parlamento de un lúcido Floristán: «Todos tenemos una música materna, unos acentos, unas nanas y esto conforma nuestra personalidad, nuestra biografía. Vivimos tiempos supuestamente muy cosmopolitas, pero necesitamos nuestros primeros sonidos. Dvorak lo intentó, incluyendo en un trío desde las nanas hasta el fuego». Y sonó el trio nº 4 en mi menor, op. 90, conocido como 'Dumky', esa palabra ucraniana que significa 'cantos fúnebres' y que fue calificada como una 'autentica montaña rusa'. No lo fue para un conjuntado trío donde a la precisión del violín, seguía un apasionado violonchelo y esa mano derecha tan bulliciosa del pianista. Triste y muy emotivo el segundo movimiento, ejemplo del encuentro armónico de tres solistas compenetrados. Descanso y segunda parte.
'Gracias por quedarse', saleroso Floristán que continuó presentando a un joven Brahms enfrentado a un anciano Brahms por un trio: «Muy autoexigente consigo mismo, revisó su obra. Vio defectos a enmendar. Vio belleza». El grupo, ya vibrante, eligió la edición revisada (1891) que refleja muchos estados de ánimo desde los primeros sombríos compases hasta el allegro final. El público también vio belleza y la disfrutó. Grandes aplausos y un bis: la romanza más amorosa que Tchaikovski compuso. Una romanza sin palabras que cerró un concierto de tres grandes músicos y amigos. Convencieron de su maestría hasta los murciélagos que aletearon desde las alturas en una noche llena de emociones.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.