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Estos últimos días nos hemos divertido mucho con la confusión de testigos en los juzgados santanderinos, y no era para menos. Lo contó magníficamente Abel ... Verano, en una crónica que casi parecía un guion de Rafael Azcona: ¿Trabajó usted en Podemos? No. ¿Pero no es usted fulanita de tal? Sí. ¿Y no conoce a esas personas? Pues no… Ya siento el spoiler, por si no han visto la película, pero la escena acaba con que la testigo, una granadina que comparecía por videoconferencia, había sido citada por error, al coincidir su nombre y apellidos con el de otra persona que sí tenía relación con el caso.

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eldiariomontanes ¿Surrealista o absurdo?