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«Qué buena noticia lo del Cervantes, ¿no?», le comenté a Bernardo Atxaga al pasar frente a una mesa en la que se exponían los últimos títulos de Luis Mateo Díez. En lugar de responderme, el escritor torció el gesto; teníamos que presentar su nuevo ... libro y la sala de la librería Gil ya estaba llena de lectores, que nos aguardaban, así que tuvimos que posponer nuestra conversación.

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eldiariomontanes La tristeza de los premios