Secciones
Servicios
Destacamos
En este artículo voy a referirme a la precaria situación del mundo de la información en Estados Unidos, un país del que tengo datos precisos, y dejaré a mis amigos españoles que se apliquen el cuento, pues, si bien carezco de datos detallados sobre ello, ... sospecho que la situación debe ser parecida a la del otro lado del charco.
Así como a la reducida escala del ámbito familiar la falta de noticias no nos preocupa en exceso, pues si ocurriese algo grave nos lo comunicarían en el acto, la falta de noticias en el ámbito del espacio público es en cambio preocupante, dado que es mucho lo que está en juego… día sí y día también.
El problema es que la inmensa mayoría de la gente pasa de la política y, por tanto, de la información pública. El coto de la información política es cada vez más reducido. Los yonkis de la política actúan como si todo el mundo estuviera involucrado; pero lo cierto es que la sección más popular de los diarios locales fue, desde siempre, las esquelas en España y el tiempo en USA. En cuanto a la prensa generalista, las secciones de deportes, el tiempo y, en los dorados viejos tiempos, las tiras cómicas y las viñetas, eran las que vendían el periódico. Luego, por ósmosis, el lector se interesaba en los titulares sobre los asuntos públicos; aunque, cada vez más, se escuchaban las noticias en la radio y la televisión. Y entonces llegó internet.
La gente se queja de las 'fake news', pero lo cierto es que ya no compra periódicos y cada vez ve menos televisión; en USA, menos de la mitad de la población. El canal más popular, que es Fox News, «solo lo ven los viejunos y jubilatas». En Estados Unidos, los periódicos han reducido la plantilla a la tercera parte de la que tenían hace 20 años.
Es un lugar común decir que la gente se ha desplazado a las redes sociales para mantenerse informada. De que se han desplazado no me cabe la menor duda; pero que lo hagan en busca de noticias es cada vez más dudoso. Los desplazados parecen pensar que no hay razones para escuchar a periodistas, en los que no confían, hablando de políticos en los que todavía confían menos. La plataforma Meta-verso, de Facebook, dice que los televidentes en busca de noticias no llegan ni al 3% de sus usuarios; Instagram ha relegado las noticias a un segundo término y Tik Tok ni siquiera admite publicidad política pagada. La tribu de quienes opinan que la política es depresiva, aburrida y repetitiva capta nuevos adeptos a cada instante. Los políticos han sido desplazados por las celebrities en su propio terreno, y un famoso como Trump ya no espanta como solía ni tiene el gancho que le hacía sobresalir, aunque sus adeptos sigan siendo legión.
Los yonkis de la política se hacen cruces porque a Biden no se le reconoce el progreso económico que el país está experimentando en su primer mandato. No parecen haber caído en la cuenta de que muy pocos votantes entienden las estadísticas económicas, y aún son menos los que están interesados en ellas. Las noticias que atraen al ciudadano de a pie tienen que ser muy espectaculares. El problema de la frontera mexicana, y las guerras en Ucrania y Palestina dieron pie a las imágenes más demandadas, las cuales capturaron toda su atención… ¡hasta que se volvieron repetitivas! Entonces, empezaron a mirar para otra parte. Solo los yonkis han seguido al pie del cañón, y estos son una ínfima parte de la población total. Paradójicamente, cuando los encuestadores preguntan sobre tales noticias al ciudadano común, estos emiten la respuesta generalmente aceptada como un loro.
En suma, solo los medios de comunicación que sean capaces de informar con seriedad y analizar la realidad con agudeza, tienen posibilidades de sobrevivir. Y, aún estos, lo harán de forma minoritaria, centrándose en grupos de interés compuestos por personas con educación superior y, ¡ay!, visión polarizada de la realidad política. Equidistantes, abstenerse. Los políticos profesionales, que no dan puntada sin hilo, enfocarán sus esfuerzos en estos grupos y pasarán por alto a la apática mayoría.
En la era de la desinformación, la práctica política está cambiando a ojos vista. La abstención, que ya es flagrante, seguirá creciendo; los influencers de internet van a desplazar a los políticos telegénicos de los centros de poder, derrotando a estos en las elecciones. La pérdida de interés de los votantes será el caldo de cultivo de autócratas, de los Víctor Orbán, Netanyahu o Putin, a quienes los votantes siguen apoyando desinteresados en lo que no sea su propio cocido, sin que importen las atrocidades que cometen en su nombre.
Y mira, cuando las barbas de tu vecino veas pelar…
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.