Secciones
Servicios
Destacamos
Que los humanos sobrevivimos en los malos tiempos a base de tomar por reales determinados sueños –formulación de deseos– es innegable a escala mental. Otra cosa es la realidad material que nos obliga a reconocer que estábamos soñando despiertos, mayormente a toro pasado.
Esto forma ... parte esencial de la condición humana y, por tanto, afecta por igual a ricos y pobres, débiles y poderosos, educados y analfabetos; si bien de forma distinta y en diferentes grados. Lo digo porque algo así parece estar ocurriendo, de forma alarmante, en las más altas esferas de la dirigencia mundial; lo cual, en el mejor de los casos, va a tener repercusiones graves en la sufrida ciudadanía; no digamos ya en casos cuyas consecuencias son más difíciles de imaginar.
Todo el mundo, unos con temor y otros con expectación, está observando atentamente la evolución de la crisis del imperio americano. Leen las hojas del té para adivinar si el evidente desgobierno que actualmente atraviesa Estados Unidos pudiera enderezarse, por ejemplo, con una rotunda victoria de Biden; o si, por el contrario, una rotunda victoria de Trump daría pie a un colapso muy difícil de revertir. Las pesadillas de unos y los sueños de otros, sueños son.
Normalmente, los sueños cumplen una función psicológica; pero en la realidad real no suelen cumplirse literalmente.
Para empezar, no parece que vaya a darse una victoria rotunda por ninguna de las dos partes.
La elección de Trump pondría, sin duda, en un gran aprieto a la Alianza Atlántica. Ya sea un corte súbito y radical de la ayuda a Ucrania, ya sea una salida de EE UU de la OTAN, ello abriría una clara ventana de oportunidad a las ambiciones de Rusia, y a los proyectos a más largo plazo de China. Incluso, sin llegar tan lejos, la simple preocupación por la agudización de los conflictos internos en USA va a ocupar todos los esfuerzos de su élite dirigente, detrayéndolos del esencial papel que hasta hoy ha venido jugando EEUU en el mantenimiento del orden internacional.
Pero en el caso de que gane Biden, hay grandes posibilidades de que se agudice el desorden interno. Visto el cariz que está tomando la campaña de Trump, es difícil creer que sus partidarios fueran a aceptarlo sin armar un escándalo que dejaría pequeño lo ocurrido el 6 de enero de 2021. Esta vez, con la convivencia de autoridades y jueces estatales donde haya ganado Biden por escaso margen y, Dios no lo quiera, del propio Tribunal Supremo y mandos intermedios del Ejército.
No se necesita que el desgobierno sea de larga duración, para que se tambalee el actual orden mundial; lo estamos viendo. Dado que la evolución de ciertas crisis se caracteriza por los sucesos imprevistos y las respuestas improvisadas, es difícil predecir el modo y manera en que la 'parálisis de poder' en USA favorecería los planes de Rusia y China. Lo que es indudable es que Rusia ve más cerca el restablecimiento de su área de influencia, y China la consolidación de su estatus de potencia hegemónica en Asia.
Ahora bien, el colapso de la URSS no fue la única razón de la implosión del imperio ruso.
Tuvo que ver tanto o más el hecho de que Gorbachov se negara a enviar los tanques a los Países del Este, como habían hecho en 1958 y 68. De haberlo hecho, hoy el imperio neosoviético soñado por Putin podría haber sido una realidad. En todo caso, lo que Putin pretende con la invasión de Ucrania es la restauración del viejo modelo de dominación brutal; pero lo que no supo prever, fue la sorprendente reacción del pueblo ucraniano y el apoyo decisivo de la OTAN, que no solo está más unida sino que se ha ampliado. Putin estaría experimentando la citada diferencia entre los sueños y la realidad.
Tampoco parece haber visto que el Imperio americano es otra cosa. La alianza de Europa y USA fue fruto de un consentimiento mutuo. Europa no solo buscó la protección del paraguas americano, sino que su actual pesadilla es que Trump llegue a cerrarlo. No hay países que, como Polonia y Checoslovaquia con la URSS, quieran separarse; al contrario, algunos que están fuera sueñan con estar dentro. A lo más que los europeos aspiran, dada la amenaza trumpista, es a alcanzar una cierta autonomía que les garantice la seguridad que con Trump pudieran perder.
Hoy hay 'think tanks'̈ ultraconservadores diseñando planes para purgar a los altos cargos del Estado; el criterio no sería su posible deslealtad a Trump sino su independencia a la hora de aplicar órdenes como la utilización del ejército para mantener a raya a la ciudadanía. Sus sustitutos, en el Pentágono, serían mandos intermedios de talante autoritario; y tres cuartos de lo mismo en los servicios de inteligencia y la judicatura. Este es el problema que provoca pesadillas en sus actuales líderes… ¡Y los nuestros!
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.