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En febrero de 1974, se publicaba 'Portugal y el futuro' del general Antonio de Spínola, formado en la Academia Militar Portuguesa, segundo del Estado Mayor y gobernador militar de Guinea Bissau. Afirmaba que Portugal se encontraba en ultramar en un callejón sin salida, porque era ... imposible derrotar militarmente a la guerrilla. Los oficiales del ejército coincidían en que no era posible derrotar con las armas a la guerrilla insurgente. Las colonias de Angola, Cabo Verde, Guinea Bissau, Santo Tomé y Príncipe y Mozambique vivían movimientos de descolonización y Portugal respondía invirtiendo recursos humanos y materiales en una guerra colonial de pacificación.
Portugal vivió desde 1926 una dictadura y entre 1933 y 1974 un régimen autoritario, corporativista, colonialista y represivo denominado Estado Novo, instituido por António de Oliveira Salazar destituido en 1968 por incapacidad y sustituido por Marcelo Caetano.
El 25 de abril de 1974, un grupo de militares, la mayoría con el grado de capitán, derrocaron al gobierno del régimen en el que se habían formado y encauzaron al país hacia la democracia, en un camino no exento de riesgos. El manifiesto de los capitanes distribuido en los cuarteles hablaba de una «crisis general del Régimen», coincidiendo con las tesis de Antonio de Spínola, y hacían un llamamiento a que el ejército asumiera su protagonismo.
Con 'Cambio 16' y 'Triunfo' conocimos lo que sucedía en Portugal. En España vivimos la Revolución de los Claveles con curiosidad e interés. Franco no era eterno y se le veía flojear. Si alguien había pelado las barbas del vecino, había que poner las propias a remojar. ¿Se podía producir en España un proceso similar al portugués? La Unión Militar Democrática (UMD) se constituyó semanas después y el general Manuel Diez Alegría, militar de prestigio, jefe del Alto Estado Mayor que comenzaba a distanciarse discretamente de la ortodoxia franquista, no usaba monóculo como Antonio de Spínola. Nos conformamos con entonar 'Ay Portugal ¿por qué te quiero tanto'.
Aquella Revolución comenzó a las 22,45 del 24 de abril de 1974 con la emisión de la canción 'E depois do Adeus' de Paulo de Carvalho, la señal de estar listos. Ese día, el vespertino 'República' publicaba: «El programa 'Límite' que se transmite entre medianoche y dos de la mañana ha mejorado mucho… su calidad hace que sea de audición obligatoria». Los puestos de mando comprometidos con el golpe sintonizaron ese programa. A las 0,25 del 25 de abril Radio Renascença transmitió 'Grándola, Vila Morena' de José Alfonso, señal convenida por el Movimiento das Forças Armadas (MFA) para ocupar los puntos estratégicos. Los militares implicados habían definido bien cómo actuar en los primeros momentos y Otelo Saraiva de Carvalho coordinó las acciones desde Portinha, cerca de Lisboa. A las 4,20 horas se recibe el mensaje «Nueva York ocupada y conquistada»; el aeropuerto de Lisboa estaba controlado y el espacio aéreo portugués cerrado.
El Régimen colapsó, Caetano y sus ministros se exiliaron en Brasil, las principales guarniciones se unieron al MFA, los militares ocuparon las instalaciones del Gobierno, se repartieron miles de claveles, la gente tomó la calle y trataron de resistir, sin éxito, algunos elementos de la policía política (PIDE). El primer comunicado del MFA pide calma a la población y que se eviten confrontaciones. Spínola, nuevo presidente de la República, anuncia reformas, elecciones libres constituyentes, libertades políticas y de prensa, eliminación de la policía política, amnistía para los presos políticos y el regreso de los exiliados.
Al 25 de abril le siguieron semanas agitadas. Spínola, desbordado por la revolución, renunció a su cargo el 28 de septiembre de 1974 ocupando la presidencia de la República el General Costa Gomes. Era normal que un proceso revolucionario encontrara dificultades, pero el Movimiento das Forças Armadas (MFA), que defendía 'las tres d': democracia, descolonización y desarrollo, se manifestaba garante de la viabilidad de la democracia en Portugal y así lo defendieron el socialista Mario Soares y el centrista Freitas do Amaral. Saraiva de Carvalho garantizaba la celebración de elecciones libres. Sólo cuando ganó las elecciones el Partido Socialista se cuestionó el liderazgo militar porque importaba evitar la hipótesis de una dictadura militar.
Se celebraron elecciones constituyentes en abril de 1975 con victoria del Partido Socialista de Mario Soares (116 diputados); el Partido Popular Democrático de Sa Carneiro obtuvo 81 y el Partido Comunista Portugués 30. La Constitución se aprobaría el 2 de abril de 1976.
El 'Proceso Revolucionario en Curso' concluyó el 25 de noviembre de 1975, cuando un pretendido golpe militar fue abortado por sectores moderados del MFA liderados por Ramalho Eanes. En 1976 se celebraron elecciones.
En España finalizó la dictadura, sin claveles, con un ejército reaccionario y un dictador que murió en la cama obsequiado con un funeral de Estado. No es lo mismo una revolución, que devino en normalidad democrática, que una transición pactada y controlada.
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