Secciones
Servicios
Destacamos
El día 7 de octubre de 2023, el grupo terrorista Hamás y otras facciones como la Yihad Islámica palestina, después de lanzar desde Gaza más de dos mil cohetes, atacaron a Israel causando la muerte de 1.200 personas, dejando heridas a otras 3.500 ... y secuestrando a 240 ciudadanos de Israel. La brutalidad no terminó ahí y The New York Times publicó un informe detallando cómo Hamás utilizó como arma los abusos sexuales y la violencia de género y cómo los agresores se divertían con sus actos. ¿Son esos los combatientes por la libertad de su pueblo?
Treinta mujeres y niñas fueron violadas y mutiladas antes de ser asesinadas. La escritora argentina Pola Oloixarac, en un texto que titulaba 'Las chicas de los túneles', recordaba esta tragedia y escribía: «solo el auge del antisemitismo permite que los crímenes de odio de Hamás y sus abusos sexuales no sean visibles y permanezcan en la oscuridad». «Las chicas de los túneles no tienen quien clame por ellas». Los atacantes de Hamás grabaron lo que hacían y transmitieron en directo su violencia. Pola Oloixarac se preguntaba cómo la violación masiva de mujeres puede formar parte de una estrategia de liberación.
Aquel pasado 7 de octubre fue traumático para los judíos; nunca, de hecho, había habido tantas víctimas judías desde el Holocausto en un solo momento y por ello la mayoría rechaza las manifestaciones de solidaridad con los palestinos. Se preguntan si los manifestantes condenan lo ocurrido ese día o si una nueva corriente de antisemitismo trata de cubrir con el silencio esa violencia terrorista.
Es legítimo criticar las políticas del gobierno de Israel y yo no apoyaré a Benjamín Netanyahu ni a la extrema derecha política y religiosa que le acompaña, pero me manifestaré solidario con Israel, defenderé su existencia como Estado, esperaré que cambie de Gobierno y condenaré el antisemitismo. Ante la crueldad de los asesinatos y secuestros cometidos por Hamás conviene cuidar el lenguaje para no legitimar la acción terrorista, aunque no sea esa la intención de quien se expresa solidario con el pueblo palestino. Es legítimo el debate sobre este conflicto, pero no es legítimo alentar la judeofobia y el antisemitismo.
¿Hay antisemitismo en las manifestaciones propalestinas? Quizá sea compatible el ejercicio de los derechos de libertad de expresión y manifestación y evitar el odio a Israel y a los judíos. Desgraciadamente los actos y declaraciones antisemitas, los ataques a sinagogas y cementerios judíos han aumentado en algunos países europeos, y no confundo esos actos con todas las manifestaciones propalestinas. No acompañaré a quienes gritan «judíos asesinos» y apoyan la desaparición del Estado de Israel.
Algunos parecen olvidar que fueron países europeos los responsables del racismo cuando administraban sus colonias y fueron países europeos los autores del Holocausto, de la Shoah que asesinó a más de 6 millones de judíos. «Todavía es fecundo el vientre del que surge la bestia inmunda», escribió Bertolt Brecht. Y Elie Wiesel, superviviente de Auschwitz y Premio Nobel de la Paz decía: «Quien no recuerde pierde su humanidad». La Shoah seguirá siendo, sin duda, la página más triste y trágica de la historia de Europa.
El 27 de enero de 1945 se liberaba el campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz, donde murieron un millón de judíos y donde también se trabajaba para la IG Farben, el gran emporio químico nazi. Ese día sirve para recordar el Holocausto y así lo aprobó la Asamblea General de las Naciones Unidas el 1 de noviembre de 2005.
Me permito recordar dos novelas publicadas recientemente: «40 abrigos y un botón», una obra de Ivan Sciapeconi basada en un episodio real de la Segunda Guerra Mundial, y «Un amor imposible», de Heather Dune Macadam y Simon Worrall, que recuerda otra historia real en el París ocupado por los nazis.
El antisemitismo se basó históricamente en la discriminación religiosa contra los judíos a lo que contribuyó el catolicismo integrista ¿Recordamos las plegarias pidiendo la conversión de los «pérfidos judíos» que habían matado a Jesús el Mesías?
El antisemitismo actual, fundamentalmente político, utiliza el conflicto entre Israel y Palestina, niega el derecho a que Israel exista como Estado y trabaja para que los judíos desaparezcan como grupo diferenciado. Se instrumentaliza el conflicto israelí-palestino, un conflicto que no puede legitimar en ningún caso ni el terrorismo ni tampoco la violencia. El odio hacia el judío es la mayor expresión de intolerancia basada en el desprecio al diferente.
Detrás de los apoyos a la extrema derecha, está la crisis económica, el cuestionamiento a las opciones democráticas históricas, el rechazo a la integración europea, la defensa de la homogeneidad étnica… pero hay también un sustrato ideológico antisemita que acusa a Israel de todas las conspiraciones y males posibles e imaginables.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.