Milei contra 'los zurdos'

Argentina es el resultado de la corriente liberal de la Constitución de 1853 y la corriente más intervencionista y proteccionista que representan el radicalismo y el peronismo. Ambas culturas han coexistido no para construir juntas un proyecto de país, sino para tratar de anularse entre ellas. Milei se ha apropiado de la retórica pendenciera que parecía patrimonio del peronismo más rancio y de las barras bravas. Su propósito es desguazar el Estado y derribar un modelo económico y los servicios públicos, en línea de lo que predican quienes afirman que toda intervención del Estado conduce al socialismo y a la pobreza y defienden la abolición del Estado en favor de soberanías individuales.

Milei confunde progreso con colectivismo, socialismo con pobreza; la justicia social es aberrante porque impone la igualdad de forma coercitiva vía impuestos; el control de capitales es inmoral y los impuestos son un robo. Derrotó al peronismo en el único lugar donde alguien puede entender qué es ser peronista: un sistema de equilibrios inestables, que mezcla ideas incluso contradictorias y capaz de gobernar Argentina buena parte de los últimos 75 años.

De momento ha pospuesto dos medidas: la dolarización y la supresión del banco central. Ha reducido la administración estatal suprimiendo nueve ministerios y cincuenta Secretarías de Estado e impulsa reformas para desregular la economía: liberalizar el alquiler de viviendas y las tarifas de las empresas de salud, privatizar empresas públicas, paralizar las inversiones públicas, despedir funcionarios y bajar las pensiones y los salarios. Ha reducido un 64% el total de los subsidios al transporte, a la luz, el agua y el gas y el de la motosierra devaluó el peso argentino cuando llegó, pero crecen los precios de la gasolina, los medicamentos, los alimentos, la energía… El misógino Milei convive con sus mastines, se emociona con las felicitaciones de Trump y habla del Estado como una 'organización criminal' dedicada al despilfarro.

Nombra a su hermana Secretaria General de la Presidencia y ambos participan de esa estrambótica 'batalla cultural' de la extrema derecha, que piensa que el progresismo es un instrumento de dominación del mundo. Ideas que recuerdan a Isabel Martínez de Perón y a José López Rega hablando de 'su' Argentina como la Potencia Mundial que soñó Perón en 1945.

El 20 de diciembre de 2023 el Gobierno argentino presentó un Decreto con 300 reformas para cambiar el sistema social y económico de Argentina, pretendiendo privatizar empresas públicas, flexibilizar la legislación laboral, suprimir las ayudas públicas en un país donde una de cada dos personas recibe alguna ayuda, eliminar la promoción de zonas desfavorecidas, recortar los sistemas de salud y educación, atacar a la cultura… Debe recibir el voto favorable del Congreso y del Senado y superar los más de 30 recursos que se han presentado ante los Tribunales. El intento de Milei es hacer desaparecer el Estado de bienestar, con fuertes recortes en sanidad, privatizar las grandes empresas estatales, disolver organismos públicos y solo así Argentina volverá a ser grande. En su discurso contra la política, la economía y el Estado, ha introducido el discurso del odio.

Milei cuenta con algunos grupos empresariales, aunque comienza a perder apoyo electoral. Con 37 diputados de los 257 del Congreso, con 7 escaños de los 72 del Senado, no es fácil obtener el apoyo del legislativo. Necesita negociar, pero para él dialogar es una cesión y se siente bien en la confrontación. Ha prohibido el lenguaje inclusivo y todo lo relativo a la perspectiva de género en la Administración, ha intervenido los medios públicos de información, ha ordenado el cierre de 'Telam', la agencia de noticias de Argentina, la segunda en importancia en español después de la Agencia Efe y ha despedido a 24.000 trabajadores contratados por la administración del Estado. La deuda argentina con el FMI es de 44.000 millones de dólares.

Milei ha viajado a España, el segundo país inversor extranjero directo en Argentina y en el diario La Razón ha presentado uno de sus libros. No se ha reunido con autoridad alguna del gobierno, pero sí lo ha hecho con empresarios (solo hombres) y ha participado en un acto electoral de la ultraderecha española, donde lo destacable han sido sus insultos al gobierno español.