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El día después de las votaciones, la vida continúa. Lo compruebo en Madrid, donde asisto a la Feria del Libro. Es lunes, y las calles se llenan de gentes que transitan como si nada. La naturalidad es la gran virtud de la democracia cuando es ... madura. Continúa la rutina, sin cohetes ni alharacas, porque nadie desea que regresen los tiempos del «trágala». Los ruidos permanecen inalterados en la ciudad. «Pasa un furgón de policía, suena una sirena de ambulancia», escribió Manuel Vicent en un artículo titulado 'Semáforo', en el que mostraba los sonidos de la cotidianidad. Después lo hizo canción Amancio Prada.

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eldiariomontanes El día después