Secciones
Servicios
Destacamos
Es justo reconocer que se ha hecho mucho y bien en seguridad vial. Hay mejores carreteras, muchos más tramos de autopistas y autovías con mejores firmes, aunque su mantenimiento sea en ciertos tramos manifiestamente mejorable. También tenemos mejores vehículos con distintas ayudas a la conducción, ... cosa impensable hace veinte años que, junto a una concienciación de conductores y peatones en el respeto a las normas de tráfico, está contribuyendo a que haya menos accidentes y menos muertos y heridos en carretera. Sin embargo, hay un pero a tanto parabién: ese pero es la señalización, justamente lo más barato de todo cuando se licita la construcción de una autovía o carretera comarcal o se repara la que lo necesite. De poco sirve tener excelentes carreteras si luego la cartelería es prolija, confusa y con caracteres de letra muy pequeños.
La información vial debe ser legible, completa pero legible, bien visible de lejos y de cerca. Está muy bien avisar al conductor que en 2.000 mts. tiene una salida a un enlace equis, repetirlo a los 1.000 y 500 mts. y si bien en muchos paneles la información es buena, esa cualidad tiene que abarcar a todos, no solo a algunos. La información en Madrid de las diferentes salidas a través de la M-30 es confusa por su tamaño de letra y por la acumulación de datos, pero es que además alguien que no viva en la Villa y Corte no tiene por qué saber que la A-4 con dirección Ocaña es la misma que conduce al sur, a Jaén, Granada, Málaga, Córdoba y Sevilla. Póngase Sevilla-Granada en lugar de Ocaña y cada conductor, nacional o extranjero, no tendrá dudas. Ocaña estaría muy bien para los que vayan a Dos Barrios, que es el pueblo siguiente. El enlace, pasado Altube, de Vitoria a Pamplona y Estella ha sido durante décadas un auténtico galimatías y lo mismo la salida vitoriana a Madrid.
La salida de Valencia hacia la capital de España era un suplicio y solo ahora, con los navegadores, se puede ir uno arreglando, pero tampoco del todo porque camioneros con vehículos de 30 toneladas han ido a dar con sus remolques a una pista forestal por mala información, junto a una errónea interpretación de la que va proporcionando el GPS. Pero no yendo tan lejos, aquí en Santander, en la S-20, la señalización de salida a Monte y San Román se hace en letra tan pequeña que hay que acercarse casi al pie del cartel para leer la información, especialmente si el conductor es foráneo. Es más, casi todas las salidas de autovía en nuestra provincia adolecen de idéntico defecto que, siendo la señalización lo más barato de todo, se hace asaz dificultosa la lectura por su diminuto tamaño de letra. La información debe atender no solo a los conductores de gran agudeza visual, que también, sino a los que usan gafas de distintas dioptrías y necesitan no confundirse de salida.
Item más, a este respecto es posible que alguno de los kamikazes que circulan en sentido contrario, en más de un caso se confundan de entrada y tomen como tal una salida equivocada, en alguna medida provocado por una defectuosa señalización de entradas y salidas, aunque también intervengan los despistes o distracciones cuando lo esencial en la conducción es no perder de vista carretera e indicaciones. Salgan los responsables de Tráfico fuera de nuestras fronteras, Francia por ejemplo, y verán que su información es más legible que la nuestra. Finalmente, si lo que queremos todos es una reducción paulatina del número de accidentes, junto con la precaución de todo conductor, lo que incluye a peatones y ciclistas, es también responsabilidad de la Administración, dicho de buena manera, favorecer una mejor comprensión lectora en la señalización de carreteras.
Por ejemplo, en la autovía de Santander a Osorno, llegados a esta localidad es bastante confusa la señalización de los diferentes destinos y si se quiere ir a Madrid en dirección Burgos aunque se rodee esta ciudad y se salga al Landa, la acumulación de información dificulta una correcta lectura y si, encima, se efectúa en caracteres de letra pequeños, es un fallo que puede costar algún accidente, hecho que se repite en la cartelería existente en las proximidades de la capital del Alto Arlanzón.
Finalmente, la reducción de accidentes al máximo que sea posible es un propósito en el que debemos estar todos unidos. Consigámoslo mejorando la señalización con información concreta y precisa, no profusa y dispersa en su acumulación, y con un mayor tamaño de letra que permita a todos sin excepción ver mejor las señales y los beneficios de esta medida, poco onerosa en su coste, se verán bien pronto.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.