Candidatos con problemas

Todos los candidatos santanderinos enfrentan dificultades y riesgos. Vox ha puesto a su jefe regional, Emilio del Valle, en el cartel con el objetivo de entrar con fuerza e influencia en el gobierno de la capital, pero si la fortuna sonríe a Gema Igual con una difícil mayoría absoluta, Vox será irrelevante en la ecuación.

Felipe Piña lo está dando todo para que los santanderinos conozcan la audaz apuesta del PRC en la batalla por los votos propios y los del centro-derecha capitalino. En el PP quieren creer que Revilla se equivocó al airear que Piña, si alcanza los siete concejales, puede hacerse con la alcaldía, porque en una ciudad conservadora como Santander el electorado tomará medidas para que ese hito que le falta al regionalismo no suceda tampoco esta vez. También hacen lo que pueden para que el alto cargo que desempeña Piña como director general de Transportes le dé más disgustos que beneficios al otorgarle una cuota de responsabilidad en los trenes que no caben en los túneles y además hacerle afrontar la querella que le han presentado los taxistas.

Daniel Fernández, el más veterano de los candidatos que se enfrentan a Igual, intenta fortalecer su tirón electoral, entre las dudas de su partido, el PSOE, y también de sus potenciales aliados para el cambio, por ejemplo el IU-Podemos que abandera el debutante Keruin P. Martínez. Lo peor es el 'fuego amigo', esa ocurrencia de Pablo Zuloaga de improvisar para La Remonta un lote de las viviendas que vende en campaña Pedro Sánchez, cuando el PSOE y su candidato municipal, Fernández, apoyan el gran acuerdo para que la finca militar sea un gran pulmón verde para la ciudad.

Javier Ceruti, el socio y al mismo tiempo enemigo del PP y de Gema Igual, no tiene otro problema que el de la supervivencia. Quién sabe si tendrá también la ocasión de saborear una venganza por los desencuentros de la legislatura: unos pocos cientos de votos quizá no le sirvan de nada a Ciudadanos, pero pueden hacerle mucho daño al PP.