Secciones
Servicios
Destacamos
'Esta vez cae'. Hace sólo un mes el PP de Feijóo se frotaba las manos al percibir a Pedro Sánchez al borde del colapso. Sin una mayoría parlamentaria estable, con un Gobierno cada vez más precario, con el declive imparable de Sumar y de ... Yolanda Díaz, agravado por el escándalo sexual de Íñigo Errejón. Acorralado por la corrupción, con Ábalos imputado junto a Koldo, con Aldama en la cárcel, con la esposa, Begoña Gómez, cada vez más apurada en los tribunales, con el hermano, David, seriamente investigado en Extremadura, y con el fiscal general, Álvaro García Ortiz, imputado por el Supremo. Casi nada.
Pero en el escenario vertiginoso de la política española todo puede complicarse más. Para empezar, con la riada más dañina de la historia y su carga de muerte, destrucción y caos, con la indecente pugna entre dos administraciones de distinto signo, entre la negligente incompetencia, la desidia, la mala fe y el cálculo político. Para seguir, el 'conseguidor' Aldama ha apuntado el ventilador de la corrupción hacia la cúpula del PSOE en el evidente intento de salvar el pellejo. Entre una cosa y otra, la legislatura está en el aire y hasta Feijóo amaga con una improbable moción de censura.
PSOE y PP comparten responsabilidades en la catástrofe del Levante, pero no tienen que correr necesariamente la misma suerte. Mazón es ya un cadáver político, aunque no se dé por enterado. Mantenerlo supondría un durísimo castigo electoral para el PP en un territorio tan importante. También Feijóo se juega buena parte de su crédito en la batalla política de la DANA. Pedro Sánchez tiene muy acreditada su capacidad para eludir coyunturas comprometidas y en la respuesta a la DANA podría disponer de los ingentes recursos procedentes de los impuestos y de los fondos europeos. Para blindar la legislatura o para adelantar las elecciones si cree que puede salirle bien. De hecho, no le salió nada mal en las generales después de la pandemia y de la erupción del volcán de La Palma.
Sánchez ha logrado estos días sacar adelante a trancas y a barrancas una reforma fiscal que le puede dar algo de oxígeno y al tiempo rescatar a la vicepresidenta Teresa Ribera de la atolondrada maniobra del PP de bloquearla en Europa, aunque a cambio de tragar con los candidatos de Meloni y Orban. 'No pasarán', clamaba Ribera sobre la extrema derecha en la campaña de las europeas. Para Pedro Sánchez, lo peor es la escena de Paiporta cuando cobardeó frente al clamor popular y se hizo evacuar a toda velocidad, en un vergonzante contraste con el coraje físico y moral de los Reyes que se quedaron con los afectados durante dos horas. Los medios amables tratan de edulcorar la retirada de Sánchez con los argumentos más peregrinos, pero el momento permanecerá imborrable en las biografías de los protagonistas.
El CIS de Tezanos, siempre servicial, publica que el PSOE de Sánchez ha aumentado a cinco puntos su ventaja sobre el PP de Feijóo en las tres semanas posteriores a la DANA, aunque es bien conocido el (des)crédito que se ha ganado el organismo demoscópico desde que lo preside el sociólogo santanderino. Hasta ahora, el PP aparecía en todos los sondeos de los medios muy por delante del PSOE, en condiciones de armar una holgada mayoría con Vox. Pero es verdad que esta diferencia favorable a la formación que lidera Feijóo no es, al menos hasta el momento, el 'tsunami' que en 2011 llevó a Rajoy al poder con una contundente mayoría absoluta. Por eso el PP quiere creer que el estruendo ciudadano de Paiporta contra el presidente de la nación es una señal, un anticipo de que Sánchez no da más de sí, de que una riada, esta vez política, se lo va a llevar por delante más pronto que tarde.
Y cuando todavía no se ha secado el barro de Valencia, el buscavidas Aldama ha salido por donde se le esperaba, a 'cantar la Traviata' para eludir la cárcel y atenuar sus responsabilidades en la trama de corrupción en la que aparece como comodín de todas las operaciones. En su relato ante el juez aparecen el presidente Sánchez y hacia abajo Ábalos y Koldo, el secretario de organización Cerdán, las vicepresidentas Montero y Ribera, los ministros Torres y Marlaska, también Begoña Gómez, Delcy Rodríguez… y lo que pueda ir saliendo en función de su estrategia de defensa.
Y todo eso sucede a una semana vista del congreso federal del PSOE que tenía por objetivos consagrar el liderazgo de Pedro Sánchez y exhibir el músculo y la cohesión del partido que está al frente del Gobierno y que también pretende recuperar la fortaleza de antaño en el mapa autonómico. Ante el oscuro paisaje que ofrecen la DANA y la corrupción, que todavía puede ir a peor, el PSOE de Sánchez carga contra la gestión en Valencia del PP de Feijóo y Mazón, se querella contra Aldama e intenta cerrar filas frente a los enemigos de dentro y de fuera, pero le va a resultar muy difícil remontar la legislatura.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.