Escaso margen para el acuerdo

La Conferencia de Presidentes es un excelente formato político e institucional, con el Rey presidiendo el encuentro de los Gobiernos central y autonómicos, pero es imprescindible que haya altura de miras y voluntad de entendimiento entre las partes, no que unos y otros vean la cita como una oportunidad para la bronca partidaria. La vivienda, la financiación autonómica, la inmigración y la sanidad son asuntos de enorme calado que requieren tiempo para el debate constructivo y todos los medios de los que dispongan las administraciones.

El ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, admitió ayer que la Conferencia de Presidentes no es un encuentro para llegar a acuerdos que puedan llevarse al Congreso con holgadas mayorías, que es justamente lo que debiera ser, que se conforma con un tono educado y dialogante en el intercambio de ideas. La presidenta anfitriona, María José Sáenz de Buruaga, anticipó la oposición del PP al Gobierno Sánchez en todos los temas de la agenda. Veremos si es posible algún acuerdo, pero no hay mucho margen para el optimismo.