Europa, solo un test sobre política nacional

El PSOE estrenó el ciclo electoral con el gran fiasco de Galicia, pero después logró un buen resultado en el País Vasco que le permitió mantenerse en el Gobierno como aliado del PNV, y a continuación los 'primos' del PSC de Salvador Illa han logrado una contundente victoria en Cataluña, que les permite afrontar con más optimismo las europeas frente al PP, que también salió fortalecido de las urnas catalanas. Los dos grandes partidos se proponen una gran movilización para el 9J. Los aparatos de PSOE y PP tocan a rebato en todas las regiones, también en Cantabria naturalmente, donde la candidata popular María Luisa Peón y la socialista Silvia Abascal no están en los puestos más nobles. Peón es la número 28, Abascal ocupa el puesto 23 y Emilio del Valle es el 35 de Vox.

Para el PP la mejor noticia es que Teresa Ribera lidere la candidatura socialista, Reprobada por el Parlamento cántabro por su tan controvertida protección integral del lobo, por la gestión de la Ley de Costas, por el abandono de las playas y por la falta de apoyo a la industria electrointensiva, ni siquiera al PSOE de Pablo Zuloaga le hace gracia Ribera.

Pedro Sánchez vende tras las elecciones catalanas el éxito de su política de mano tendida. Su discurso evoca el 'Paz, piedad y perdón' de Manuel Azaña, sólo que esta vez no suena a una guerra perdida sino a una victoria sobre el 'procés'. Alberto Núñez Feijóo apuesta a que Sánchez se rendirá a Carles Puigdemont y le hará president tras el 12J, pero no tiene esa pinta. Feijóo bien podría replicar que el 'procés' se acabó cuando el Gobierno de Rajoy, tras superar las negligencias iniciales y con el apoyo del propio Sánchez y de Rivera, suspendió la autonomía catalana. Y no pasó nada. Y cuando los jueces procesaron, sentenciaron y metieron en la cárcel a los dirigentes independentistas que no se dieron a una fuga vergonzante, tampoco pasó nada.

Los indultos, la amnistía, el debate sobre la independencia y el derecho a decidir no han tenido un gran eco durante la campaña catalana. Ahora se verá si estos asuntos recuperan vigencia ante las urnas europeas. Por ejemplo, este mismo domingo, en la manifestación que el PP convoca en Madrid contra la amnistía.

El PP de Feijóo lleva ventaja en todos los sondeos de las elecciones de la UE, con excepción del CIS de Tezanos, vaya sorpresa, que le acaba de dar cinco puntos de ventaja al PSOE de Sánchez. La impresión generalizada es que las distancias se han reducido y que el triunfo parece más incierto que semanas atrás.

Los socialistas ganan espacio por la izquierda y sólo dejan los restos para la izquierda radical dividida de Sumar y Podemos. En cambio, el PP no acaba con Vox como quisiera. Los populares contaban con absorber al partido de Santiago Abascal a lo largo del ciclo electoral de 2024 y eso no está sucediendo. En Galicia, Vox se fue de vacío, pero eso también pasaba cuando Feijóo estaba al mando de la Xunta.

En el País Vasco mantuvo su simbólico escaño y en Cataluña los once diputados liderados por el potente Ignacio Garriga. En Europa cuentan como mínimo con doblar de tres a seis los eurodiputados españoles. En Vox están encantados con el sobreactuado incidente diplomático entre España y Argentina, una nueva oportunidad para la ya tradicional 'pinza' de Sánchez con la ultraderecha para pillar a contrapié al PP.

Desde los avatares del 'procés' al choque con Milei, los casos de Begoña Gómez e Isabel Díaz Ayuso, el reconocimiento del Estado palestino o las leyes rechazadas en el Congreso, todo es materia de enfrentamiento entre el superenchufado Pedro Sánchez y un Feijóo algo más templado, como aquél que se cree con ventaja y no quiere arriesgar, en esta campaña de las elecciones europeas en la que los asuntos de Europa apenas se discuten, porque en realidad del 9J sólo importa la clave nacional y si las elecciones generales están o no a la vuelta de la esquina.