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Los dos grandes partidos, PP y PSOE, reservaban tradicionalmente el cargo de delegado del Gobierno a premiar a los políticos que ya habían prestado sus mejores servicios a la causa. Hasta que en 2018 llegó Pablo Zuloaga que utilizó el puesto con buen aprovechamiento para ... ganar visibilidad y reforzar su liderazgo como secretario general y candidato autonómico del PSOE cántabro.
Le sucedió Eduardo Echevarría, de nuevo el viejo formato, que a su vez se enteró con apenas unas horas de antelación de que tenía que recoger el despacho para dar paso a Ainoa Quiñones, quien había huido igual que Pedro Casares de la bancada de la oposición en el Ayuntamiento de Santander, a la espera de un buen nombramiento de Madrid, recomendada por su suegro, José Félix Tezanos, el director del CIS al servicio de Pedro Sánchez. Habrá que ver si Quiñones consigue otro cargo, si vuelve a la Universidad o si se asoma a algún cartel electoral en el futuro.
No está claro en qué modelo se inscribe el nombramiento de Eugenia Gómez de Diego. No tiene un pasado fulgurante ni se le presumen grandes desafíos en el futuro. Fue candidata socialista en Santander en 2011, porque los primeros espadas se escondieron para no competir con Íñigo de la Serna, que logró una mayoría estratosférica de 18 concejales. En la anterior legislatura 2019/2023 fue directora general y consejera del Gobierno de coalición sin mayor lucimiento y ahora era una más de la oposición socialista. Gómez de Diego ha sido siempre una dirigente bien mandada y siempre el partido la ha recompensado generosamente. Ahora accede al cargo de mayor relumbrón del PSOE de Cantabria.
La rumorología había especulado con el retorno de Pablo Zuloaga a la Delegación del Gobierno, pero eso no tenía mucho sentido. Su puesto natural es el de jefe de la oposición más contundente en el Parlamento cántabro y es el portavoz más dotado del Grupo Socialista. Los asesores de Zuloaga estaban encantados de que su paladín hubiese logrado una sección fija en el programa de los sábados de La Sexta con Boris Izaguirre, o sea, para hacerle la competencia al mediático Revilla, pero el espacio no ha funcionado y ya no está en la parrilla. Para compensar el disgusto, Zuloaga y su clan celebran el nombramiento de Eugenia Gómez de Diego, que es una de los suyos, y la escaramuza perdida por Ainoa Quiñones y Pedro Casares, sus rivales internos. O sea, que este cambio no va de la Delegación del Gobierno, va del próximo congreso del PSOE de Cantabria.
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