El incierto suelo del PRC sin Revilla

Revilla, ya recuperado el ánimo, afronta el inicio del nuevo curso político con la idea de mantenerse en un segundo plano para permitir que vayan cobrando más protagonismo otros portavoces del partido. Pero esa discreción no es muy compatible con la agenda completa que el fundador del PRC maneja para los próximos meses: programas de televisión en directo o ya grabados, conferencias, visitas, pregones, fiestas y romerías… Revilla ya no es presidente autonómico pero sigue siendo uno de los políticos más populares y mediáticos de España.

En estos últimos meses se había especulado con la posibilidad de acelerar el congreso de la sucesión para este otoño, pero Revilla ya ha dicho que mejor en 2024 como pronto. Hay en el PRC grupos con más prisa, pero lo cierto es que todos en el regionalismo, todos, han dicho estos años que Revilla tenía todo el derecho a marcar los tiempos de su relevo. Bien es verdad que no pensaban que llegaría un momento tan precario como el actual.

Después de las turbulencias internas constatadas en el PRC tras el descalabro electoral, Revilla aparece en las últimas fotos afianzado como el monarca de una corte medieval, escoltado por sus nobles principales, que son a la vez dirigentes del PRC y candidatos a la sucesión. Cada cual con conjeturas de futuro: que a los Marcano no hay quien les gane un congreso sucesorio a votos, ya sea el padre un líder de transición a la espera de la próxima generación, o directamente el hijo. Que Paula Fernández tiene el poder y el apoyo del aparato. Que Guillermo Blanco, que ha crecido políticamente como consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, puede que se sepa un atleta en forma, pero con pocas ganas de competir. Que a lo mejor hay que contar con alguno de los 'tapados' que se camuflan en las bancadas parlamentarias o en los ayuntamientos.

Los más prudentes en el PRC creen que no es bueno llegar al congreso de la sucesión con dos o tres candidatos y sus respectivas ejecutivas, con la crispación que eso entraña, que es más saludable negociar antes un único aspirante que sepa integrar a todas las sensibilidades que conviven en el partido.

Guarda silencio Revilla hasta que llegue el momento de ejercer su influencia, como siempre dijo que haría. Respecto a su presencia en las elecciones europeas hace como si oyera el rumor por primera vez. Puede que lograra el escaño, y que le apeteciera una despedida victoriosa, pero es mucho lío a su edad la peripecia en Bruselas y es dudoso que supusiera un plus político relevante para el PRC.

En este curso político, Revilla ha decidido fijar su despacho principal en la sede del Partido Regionalista. Dispone de una buena oficina en el Parlamento, pero allí es uno más de los 35 diputados, aunque también sea técnicamente el jefe de la oposición. Como él mismo dice, su cargo más importante ahora es el de secretario general del PRC, y más en estos tiempos de zozobra. El último gran servicio que debe prestar al partido que fundó es dedicar toda su autoridad política y moral al objetivo de mantener la unidad que ha mostrado durante tantos años y que le ha permitido convertirse en la fuerza hegemónica de Cantabria hasta las últimas elecciones autonómicas.

En la misión que Revilla se ha propuesto de mantener la fortaleza y la cohesión del partido en el complicado proceso de la sucesión tiene una importancia especial cuidar a los 35 alcaldes que integran la nómina municipal regionalista, y que constituyen el patrimonio principal del partido. Los alcaldes conforman la clase política más valiosa en Cantabria, pero a veces se muestra algo inestable por la querencia a alinearse con quien manda en Puertochico y reparte el dinero. El PRC, que ha facilitado el acceso del PP al Gobierno regional tras las elecciones, espera que a cambio los populares no perturben con cantos de sirena a sus regidores, pero que financien ahora sus proyectos en los Presupuestos 2024. Ya llegará más adelante el tiempo de las hostilidades electorales. Desde luego, sin la potencia municipal adquirida en los últimos años el suelo del PRC podría venirse muy abajo.