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L os alcaldes del Partido Popular son nuestro mejor ejército para defender la bajada de impuestos a todos los cántabros frente a quienes se oponen y unos Presupuestos de Cantabria para 2024 que van a beneficiar a todos los municipios», publica en sus redes sociales ... la presidenta Sáenz de Buruaga después de una reunión con los regidores de su partido. El PP enseña músculo municipal ahora que vuelve a ser el primero en el escalafón político y designa a sus 48 alcaldes, de un total de 102, como altavoces del alivio fiscal y, en general, de la gestión del Gobierno autónomo en minoría que ahora cumple cien días y que a final de año está obligado a aprobar las primeras cuentas de la legislatura con el apoyo de PRC y/o Vox.
Los alcaldes salieron con buenas sensaciones de la reunión con el Gobierno de su partido. Nada que ver, como recuerdan los veteranos, con el anterior periodo del PP en el Ejecutivo autónomo en la legislatura 2011/2015 con Ignacio Diego al frente. Los populares habían logrado una histórica mayoría absoluta, pero en aquella coyuntura de grave crisis económica, el Gobierno quiso proclamarse campeón de la austeridad para recortar el gasto en 500 millones de euros. El dinero destinado a los ayuntamientos se redujo en 2012 a la cuarta parte, más o menos de 16 a 4 millones de euros. Para los ediles del PP no fue eso lo peor; más humillante fue que el Gobierno les obligara a aprobar con sus votos el drástico ajuste y volver a sus pueblos a dar la cara ante sus vecinos y votantes.
Hubo quienes opinaron entonces, también en el seno del PP, que aquella draconiana contención en el gasto, en los municipios y en el conjunto de la gestión, fue uno de los factores determinantes de la debacle electoral del PP en las elecciones de 2015 que le desalojó del Gobierno. Lo cierto es que la primera decisión que tomó el difunto Rafael de la Sierra cuando la coalición PRC/PSOE volvió al poder fue restablecer el Fondo de Cooperación Municipal al nivel anterior al tijeretazo del PP.
Esta vez no se otea en el horizonte aquella penuria. El Gobierno cántabro transmite la idea de que en los Presupuestos 2024 los municipios saldrán razonablemente bien dotados. Incluso van a recibir antes un anticipo para obras menores con dinero que no gastó el anterior Ejecutivo.
Ahora que el PP ha vuelto a ser en las urnas del 28 de mayo el partido hegemónico en la región también quiere que se note en el seno de la Federación de Municipios de Cantabria (FMC) que la semana que viene (viernes) celebrará su asamblea. El PP maneja la opción del regidor de Mazcuerras, Francisco Javier Camino Conde, para que se ponga al frente. No obstante, quiere que se mantenga el modelo de los últimos ocho años en los que la FMC ha funcionado con un altísimo grado de consenso de los tres grandes partidos, PRC, PP y PSOE, que han tomado sus decisiones por unanimidad y con independencia de los aparatos partidarios.
Un ejemplo muy notorio lo aporta la llamada Ley del Suelo, un asunto crucial para los ayuntamientos. La FMC, presidida por el alcalde regionalista de Reocín, Pablo Diestro, acordó presentar numerosas alegaciones al texto legislativo del Gobierno Revilla, redactado precisamente por el consejero regionalista José Luis Gochicoa.
Ahora el PP quisiera que la Federación de Municipios apruebe por unanimidad a los nuevos presidente y comité ejecutivo para mantener el entendimiento político acreditado hasta ahora. El PP tiene casi todas las opciones de presidir la FMC, pero necesita el apoyo de alguno de los alcaldes independientes en el escrutinio de voto ponderado que rige en la institución.
Con independencia de los avatares de la FMC, la Ley del Suelo se mantiene como uno de los ejes del debate político. El PP se propone cambiar la norma aprobada por el Gobierno PRC/PSOE y hacerla más flexible en lo que concierne a la edificación en suelo rústico, y especialmente en el litoral, que tiene más demanda. Vox apoya el cambio y también el PRC, al que nunca le gustaron mucho las restricciones que imponía el PSOE, pero tuvo que tragar. PRC y Vox rechazan que la reforma legislativa se incluya en la Ley de Acompañamiento, en vez de seguir un desarrollo legislativo propio. En realidad, tampoco todos en el PP prefieren que algunos de los emblemas de su programa electoral, como la Ley del Suelo o la rebaja fiscal se camuflen en el 'cajón (de)sastre' de la Ley de Acompañamiento y no luzcan más como normas individuales que cumplen sus principales compromisos. Pero en el propio Gobierno popular defienden el mecanismo de la 'puerta de atrás' por razones de agilidad. Cuanto antes, mejor, no sea que se demore la tramitación legislativa y luego no se pueda construir. Y en eso están de acuerdo los alcaldes: los del PP, los del PRC, los independientes y hasta muchos del PSOE, pese al voto en contra de su partido en el Parlamento.
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