La sucesión de Revilla se alarga (y se complica) un año más

La efervescencia mediática de Revilla contrasta con la inquietud, el desconcierto y el ruido interno instalados en el regionalismo por el interminable proceso del relevo de su líder histórico. Esta lentitud también dispara los rumores: que si Revilla no se quiere retirar, que si maniobra para quedarse como secretario general y dejar que otro/a sea el candidato electoral en una bicefalia como la que practica el PNV, al que el regionalismo mira a veces como ejemplo a seguir. Como si Revilla hubiese reparado alguna vez en la fórmula de la bicefalia en sus cuatro décadas largas de mandato monolítico.

Revilla reiteró en la asamblea de dirigentes del PRC del mes de mayo que nunca más sería candidato y todo el mundo entendió una vez más que se trataba de una retirada total, pero eso ya no está nada claro. Seguramente hay un sector regionalista que siente vértigo si no tiene al frente a quien ha hecho grande al partido, los que piensan que sin Revilla al PRC le irá todavía peor, es comprensible el miedo, así que se animan a explorar el mando compartido de la bicefalia. Pero surgen algunas incógnitas: ¿El PRC que presumía de haber crecido mucho por su fortaleza partidaria vuelve a ser híperdependiente de Revilla? ¿El candidato nuevo podrá tener crédito propio con Revilla en primera fila? ¿Quién hará las listas y marcará las estrategias?

Para alentar los dimes y diretes, Revilla recupera por momentos su plaza en el debate político. Después de un tiempo de silencio para ceder visibilidad a sus escuderos y/o aspirantes, el jefe ahora participa en controversias sobre financiación autonómica o sobre el alcance de la entrevista entre Buruaga y Sánchez.

Tampoco ha culminado su tarea el amplio grupo de notables constituido para acometer los trabajos previos al congreso sucesorio, por ejemplo, la modificación de estatutos que iba a consolidar el cargo de presidente para reconocer los méritos de Revilla, una idea que ahora parece tambalearse.

Revilla anticipó en la comida regionalista de la Navidad 2023 que llegaría como secretario general a la este año 2024, pero luego se extendió la idea de que el partido avanzaría en este último trimestre en la búsqueda del sucesor. Ahora el cálculo es que el congreso pueda celebrarse en torno al otoño de 2025. O sea, que todo un año por delante para que se aclaren las dudas y las teorías conspiratorias, para que asomen de una vez los aspirantes y sus aliados orgánicos: los vicesecretarios generales Javier López Marcano y Paula Fernández, o quizá esa improbable tercera vía de impronta municipal a la que el lento ritmo del proceso da pábulo. Ahora mismo, el congreso será sólo para elegir al nuevo candidato electoral que suceda a Revilla. El papel futuro del fundador y líder eterno está en el aire y hay división de opiniones.

En el otoño de 2025 habrán transcurrido más o menos dos años y medio desde las elecciones autonómicas y municipales de 2023, que supusieron un descalabro regionalista mucho más contundente del esperado y aparentemente el final del largo ciclo de Revilla. No se ha intentado o no ha sido posible un relevo más rápido, ya de por sí muy difícil dado el carisma del personaje y su peso enorme en el partido al que llevó desde la irrelevancia de los orígenes a un triunfo memorable en los comicios de 2019. En esta legislatura el PRC viene ejerciendo una oposición responsable al PP gobernante con críticas sectoriales y acuerdos importantes, que seguramente es la posición más prudente hasta que haya encauzado la nueva etapa.

En el seno del regionalismo creen que el año y medio que separará el final de 2025 y la primavera electoral de 2027 es tiempo suficiente para promocionar al nuevo abanderado electoral del PRC, máxime en una pequeña comunidad uniprovincial como es Cantabria.

Revilla ha advertido de que siempre estará vigilante de lo que suceda en el partido, la obra de su vida que creó y ha dirigido durante 45 años pero habrá que ver cómo se materializa esa función en el plano orgánico. Lo primero es encontrar un candidato electoral que tenga el apoyo de todos. 'Creo que es posible, pero la condición humana…', deja caer Revilla con tono filosofal.