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En 1973 se inauguró en Torrelavega el Mercado Nacional de Ganados, el 'Ferial'. Unos meses más tarde, también en Torrelavega, Marisa Berrazueta, junto a Atanasio, Lorenzo y Mari Carmen, inauguraban, más discretamente, la galería de arte Espí. Basten estos dos casos tan distintos pero tan ... cercanos en el tiempo para recordar o imaginar una ciudad que crecía y se modernizaba. En esto último, Marisa fue una pionera, una 'moderna', en el sentido de ser una innovadora en el mundo del arte en Torrelavega.
Desde que nos dejó hace ya casi dos semanas, algunos artistas y amigos han escrito palabras justas y bellas destacando su bondad, su fortaleza, su amabilidad, su visión del arte y la forma tan humana de relacionarse y acompañar a los artistas, su capacidad de emprender y de resistir. Palabras a las que yo poco o nada podría añadir. Pero sí quiero hacer dos cosas en este artículo: destacar una de sus grandes cualidades y, finalmente, lanzar una propuesta.
En todos los retratos que en estos días se han escrito sobre Marisa se destaca, con palabras más o menos semejantes, algo muy verdadero en ella, su elegancia. Para mí esa es su palabra, elegancia, porque en Marisa esta palabra alcanza un significado muy profundo que luego se expresa en diferentes aspectos de su personalidad y de su comportamiento. En primer lugar, la elegancia tiene que ver con la belleza y con la estética, en el sentido más profundo del término. En el Fedro, Platón ya hablaba de la belleza de las almas, pero no hace falta recurrir al filósofo. Cualquiera de nosotros sabe que la elegancia es también una forma de estar y de ser. Es, principalmente, armonía, equilibrio, tranquilidad y prudencia, es también consistencia, coherencia. La elegancia es acertar con la forma educada y adecuada de hacer y decir bien las cosas que uno quiere o tiene que hacer y que decir. La elegancia es lo contrario de lo feo, de lo grotesco y de lo grosero, tanto en el sentido estético como ético. La elegancia, sin embargo, tiene que ver con el comportamiento moral en su doble y positivo significado: tener fuerza de ánimo y ser una persona buena. Por eso creo que la elegancia es una cualidad del alma. También creo que, en los últimos días, a cualquiera de los que conocieron a Marisa le habrán resonado, al pensar en ella, estas mismas palabras.
Por todo esto y por lo que diré a continuación me atrevo a hacer una propuesta: Marisa Berrazueta fue siempre muy de Torrelavega, y muy de Santander, y muy de Madrid, y muy de España, y muy del mundo, y eso seguramente fue una de las cosas que le hizo ser una mujer grande que, sin querer, hizo un poco más grande a Torrelavega. Pido, por tanto, con humildad y todo el respeto al Ayuntamiento de Torrelavega que una de nuestras calles lleve su nombre: Marisa Berrazueta.
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