Cantabria elige: Suiza o crecepelo

Los cántabros somos excesivamente crédulos. Nos ilusionamos repetidamente cuando nos hablan de proyectos estrella, ya sea una fábrica de fibroyeso, un parque acuático o una mina de zinc abandonada. Somos tan conscientes de nuestra decadencia que estamos favorablemente dispuestos a creer los anuncios de un ... crecepelo inexistente, en vez de aplicar el sentido común que nos dice que no son más que fuegos de artificio para ocultar la incapacidad del gobernante.Desde Ciudadanos sabemos que el desarrollo de Cantabria partirá de la elaboración de un plan a medio plazo que facilite la implantación y ampliación de empresas. El Gobierno no crea empresas ni puestos de trabajo, pero puede poner las condiciones ideales para la creación y consolidación de un sector primario puntero y reconocido y de un sector industrial y tecnológico de vanguardia que redundarían también en beneficio del sector servicios. Un plan que incluya una potenciación de la Formación Profesional en tecnologías del futuro y flexibilidad y facilidad para el emprendimiento. Un plan que haga que la población de la región se estabilice y crezca, ya que nuestra densidad de población es la mitad que la que tiene Suiza, tratándose ambos de territorios montañosos. Pues nuestro peso dependerá de nuestra riqueza y de nuestro número. Y teniendo peso, cuentan con uno para la toma de decisiones, sea para conseguir un tren o para recibir determinadas inversiones estratégicas. De no hacerlo, Cantabria seguirá su lento declive, siendo el peón cuyos intereses se pueden sacrificar ante aquellos que si tienen peso.