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Aferrados un tanto a la creencia de que, en economía, sólo lo que se puede ver y tocar es verdaderamente importante, tendemos a minimizar, cuando no a despreciar, el papel jugado por factores o elementos intangibles; por decirlo de forma más sofisticada, tendemos a concentrarnos ... en el hardware y a olvidarnos del software. Y esto, naturalmente, es un error, máxime en tiempos como los actuales en los que, cada vez en mayor medida, la inversión en activos intangibles desempeña un rol crucial en las ganancias de productividad y, por ende, de competitividad, crecimiento económico y calidad de vida.

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eldiariomontanes La economía intangible: mucho que mejorar