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Recientemente, el ministro Bolaños, y con él una cohorte gubernamental y parlamentaria de extrema izquierda, sin faltar la independentista, se rasgaba las vestiduras porque el portavoz del PP proponía en el Congreso la utilización de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el tráfico ilegal ... de personas en el Atlántico. La hipocresía farisaica de las declaraciones llevaba, no sólo a señalar el pecado mortal de ser una idea de la derecha y de la extrema derecha, pero también, a otro ministro, a aventurarse con la pregunta: «¿Qué es lo que quieren? ¿Bombardear cayucos?». La propia ministra de Defensa salió al ruedo para ayudar con un capotazo: «Las misiones de las Fuerzas Armadas españolas están recogidas en el artículo 8 de la Constitución y es lo que están haciendo de una manera ejemplar». Parece como si la señora ministra no supiera que no sería la primera vez que las Fuerzas Armadas colaboraran en la lucha contra la inmigración ilegal, ¿o antes las Fuerzas Armadas actuaban al margen de la ley?
En época reciente, nuestras Fuerzas Armadas, fundamentalmente la Armada y el Ejército del Aire, han participado en misiones de este tipo, como Sophia, en las costas de Libia, o Indalo, en el Estrecho, contribuyendo con su esfuerzo a la lucha contra las mafias y, sobre todo, salvando vidas: según datos de la Unión Europea, la operación Sophia frente a Libia sirvió para rescatar a más de 40.000 personas, y en ella intervinieron buques de la Armada y medios de reconocimiento del Ejército del Aire; y en la operación Indalo, en colaboración con el Ministerio de Interior y otros países, también dentro del marco de Unión Europea, los resultados fueron muy positivos, con el rescate de más de 100.000 personas y la aprehensión de grandes cantidades de droga. Ambas operaciones no solo contribuyeron a rescatar seres humanos, también a disuadir a las mafias de actuar por esos itinerarios, donde, si bien los flujos de inmigración ilegales continúan, se han reducido notablemente.
Las acciones de la UE en el Mediterráneo, de alguna manera, han contribuido a la intensificación de la ruta atlántica, y aquí, ahora, parece que estamos solos; no hay ninguna operación de la Unión Europea como la que trataba de impedir a los ilegales llegar a Italia o cruzar el Estrecho. Estamos solos. Si la Unión Europea no considera importante organizar una operación 'ad hoc', como sí lo era el hacerlo en ayuda a Italia, debe ser porque nuestros representantes no han ejercido la presión suficiente, no han sabido o, peor aún, no han querido presentar el problema debidamente, más cuando, el señor Borrell era el Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y de Seguridad. Si no han ejercido presión será porque consideran que no es necesario el apoyo europeo, es decir, porque nuestro Gobierno piensa que somos autosuficientes frente al problema; pero si no se hace más que socorrer en alta mar a quienes tienen la fortuna de no haber naufragado antes, a recogerlos y repartirlos (con fuertes discusiones internas) por el territorio nacional, es evidente que la ruta canaria de inmigrantes ilegales continuará; y probablemente se incrementará su número y el de ahogados.
Las Fuerzas Armadas disponen de medios de vigilancia capaces de detectar en origen la salida de embarcaciones, y disponemos de buques capaces de interceptarlos en aguas próximas. Si utilizamos nuestros medios adecuadamente y mejoramos los acuerdos de colaboración con Mauritania y Senegal, junto con un mayor esfuerzo marroquí, lograríamos reducir las salidas; sería un factor disuasorio ante las mafias; y se facilitaría la devolución a puertos seguros en el continente africano de las embarcaciones ilegales; pero, sobre todo, se reduciría el número creciente de ahogados y desaparecidos en ese itinerario.
Los voceros gubernamentales se lamentan profundamente de que se proponga que las Fuerzas Armadas ayuden en la lucha contra el tráfico ilegal de personas y de que ayuden a salvar vidas. Nuestras Fuerzas Armadas trabajan desplegadas en el exterior en múltiples escenarios en Asia, Europa oriental y en África. Todas nuestras tropas actúan bajo bandera de la OTAN, de la UE, de las Naciones Unidas o en apoyo de otro país, como en Turquía. La Defensa Militar de España también se manifiesta en las acciones de colaboración contra emergencias, sea, o no lo sea, compartida con otros países.
«Inhumano y xenófobo» (Bolaños dixit) es no poner la voluntad y los medios necesarios para impedir esta tragedia.
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